Capítulo I

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          Respire hondo, no entendía que me estaba sucediendo. El cuerpo me dolía, como si miles de cuchillos se clavaran en mi piel. Notaba cada hueso romperse en pedazos y recolocarse, desgarrándome desde dentro hacia fuera. El dolor era indescriptible, aunque no podía chillar, me era imposible...

         Mi padre recorría la habitación nervioso, solo repetía una y otra vez "aún es demasiado joven, "será su perdición", "intentarán usarla", "la destruirán", "nadie puede enterarse". Mi madre intentaba tranquilizarlo mientras permanecía a mi lado, durante toda mi transformación.

         La voz de Braien desde la entrada me despertó. Mi cuerpo estaba cubierto por un sudor frio. Últimamente la maldita pesadilla de mi transformación me golpeaba en mis sueños. Desde esa noche todo se convirtió en una tortura.
Mi cuerpo recibió el "regalo" de mi transformación por parte de la Diosa Luna. Normalmente, hasta la primera Luna Llena después de haber cumplido los dieciocho años no sufrías el primer cambio. En mi caso, sucedió a los diez años, durante una Luna Roja o Luna de Sangre, era excepcionalmente raro que algo así pasara, pocos casos se conocían de transformaciones prematuras.

          Todo el mundo sufre este proceso acompañado de la manada, a la luz de la luna, para mitigar el dolor. Pero en mi caso la tuve que padecer bajo el techo de la casa, mientras la Luna de Sangre estaba en lo alto del cielo. Nacer a la vida de lobo bajo esa luna me convertía en una Loba de Sangre, una bendición o una maldición dependiendo a quien le preguntes.

           Mi madre resignada y preocupada llamo a mi abuela para que pudiera ir a vivir con ella he intentar que yo pudiera controlar mi "don" y aprendiera a ocultarme a los demás.

       Sufrí la peor de las desdichas en mi cambio. Conocí a mi loba en la oscuridad de mi habitación sobre el suelo frio de cemento, en lugar de en el claro del bosque corriendo, como ella se hubiera merecido. Tuve que esperar a estar en la casa de la abuela, y aun estando escondidas, siempre teníamos que cohibirnos para que nadie nos pudiera descubrir.

        Iria era una loba grande y fuerte, tenia los ojos color oro y el pelaje del color del fuego. Corríamos de noche entre los arboles del bosque, alrededor de la casa de la abuela. Con la luz de la luna su pelaje brillaba y parecía como si nos hiciéramos mas fuerte.

       Los golpes en la puerta de mi habitación me sacaron de mis sueños totalmente. Conseguí levantarme de mi cama, aun con los ojos entrecerrados. Ante mi Beta Braien, no estaba de muy buen humor, me tiro la ropa de entrenar y me arrastro hasta el bosque y comenzamos mi entrenamiento matutino.

         El tiempo que viví con la abuela ella me enseño a enmascarar y ocultar nuestro olor a la perfección y mantener bloqueado el enlace mental de la manada. Solo un lobo podría tener ese tipo de conexión y si yo debía pasar por humana no podría tener ese poder. Ningún hombre lobo debería conocer nuestra condición, si no era porque nosotras mismas le reveláramos la realidad.

         Para poder vivir con la Abuela Rina, papa y mama solicitaron a nuestro Alfa Erwen su permiso. La abuela vivía fuera del territorio de la manada en zona neutral. Si yo salía del área de la manada sin permiso y sin tiempo de vuelta, podía ser expulsada. Para conseguir el permiso y no levantar sospechas usaron una reciente investigación que estaban iniciando como excusa.

        Mi abuela había pertenecido a nuestra manada Rio Rojo, pero problemas de salud, se había instalado en territorio neutral, entre humanos y hombres lobo. A pesar de ser una loba solitaria era venerada y respetada por todos.

         Mi madre no había seguido sus pasos, ella no fue "bendecida" con el "don" y sus camino tomo la dirección del estudio de la historia, del pasado. Ella decía que "estudiando nuestros errores seriamos mejores en el futuro". En la facultad conoció a mi padre, él era su pareja destinada y pronto sus caminos se entrelazaron para siempre.

         Abandone mi manada y la seguridad de mi hogar para vivir con la abuela. Aunque con muchas reticencias mis padres consiguieron mi partida. Mientras dejaba atrás todo lo conocido, deseaba poder conocer mejor a mi loba.

         Mis padres me vinieron a visitar cada vez que tuvieron la oportunidad. Tio Braien, para el resto Beta, también hizo alguna que otra escapada para verme y ayudar a mi abuela a enseñarme. Desgraciadamente y sin previo aviso todo cambio.

         Estábamos cerca de la fecha de mi decimoséptimo cumpleaños. La abuela y yo cenábamos tranquilamente y ella me obligo a cambiarme y ocultar mi olor. Nerviosa abrió la puerta y la pesadilla apareció ante nuestros ojos.

        — ¡Ada, concéntrate! — Grito Braien.

         —Perdón Beta —Me disculpe.

        — Odio que me hagas perder el tiempo, y sabes lo que arriesgo haciendo esto contigo, pero quiero que tengas una oportunidad en esta vida — Me sermoneo enfadado.

         — Si al menos dejaras que Iria me ayudara algo más — Proteste.

        — Sabes que no puedes usar tú loba, se supone que no tienes — Me recordó indignado — Sera mejor que dejemos esto por hoy, son muchos asuntos los que ocupan tu terca cabeza y ya vas tarde a realizar tus tareas — Me dijo mientras me lanzaba una toalla para que secara mi sudor.

        Corrí hacía la casona de la manada, mientras los primeros rayos de sol apuntaban por encima de las copas de los árboles. Ya habían pasado tres años desde mi regreso y las cosas no habían salido tan bien como esperaba. La abuela regreso conmigo, pero su enfermedad empeoro y termino falleciendo después de un año, dejándome sola y desamparada en manos de Gamma Claiton, ahora Alfa.

        Al regresar nos enteramos de que la misma noche que Alfa Erwen y Luna Runa habían fallecido, miles eran las teorías sobre este hecho, Gamma Claiton tomo el poder de la manada, por derecho de Sangre, dado que el anterior Alfa no había tenido, desgraciadamente, descendencia y él era hermano del viejo Alfa. Mis padres se opusieron a esta toma de poder, e intentaron que fuera la gracia de la Diosa Luna la que denotara quien sería el Alfa adecuado para nuestra manada.

           Mis padres eran venerados por sus conocimientos y muchos estuvieron de acuerdo con ellos y acto seguido todos fueron masacrados junto a sus familias y mis padres ejecutados como traidores.

Nota Autor:

Es la primera vez que me atrevo a publicar algo, dígame que les parece.

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