Me levanté y comencé a marcharme.
— Solo necesito que confíes en mí. Si no te doy todas las respuestas no es que no quiera, es que no puedo. Es una manera de protegerte.
Me quedé parada solo unos segundos. Quise girarme para preguntarle pero de nuevo tuve miedo de ver que si contestaba sería una mentira.
— ¿Y de que me proteges acostándote con Esmeralda?
— Ada, ¿Crees que me acuesto con ella? Se sincera.
— No, no lo sé.
Sus labios se colocaron junto a mí oído mientras me susurraba.
— Si lo sabes, lobita, y sabes que más sabes, que te aterraria que besara a otra que no fueras tú.
— Tengo que irme — Quise apartarme de él.
— No, no vas a huir sin responder — Gruñó.
— ¿Sin responder a que? — Intenté volver a soltarme pero uno de sus brazos rodeó mi cintura acercándome a él.
— Reconoce que morirías si besara a otra que no fueras tú.
Mis ojos se clavaron en los suyos. Abrí la boca para responder y un gruñido salió detrás de unos arbustos. Galep me coloco detrás de él protegiéndome.
— ¡Sal de donde te escondes, No hagas ninguna locura o te destrozaré en este mismo momento! — Su voz salió en un tono poderoso, hubo un momento que estuve apunto de salir de su protección para obedecer su orden.
El lobo que salió de detrás de los arbustos era un gran lobo marrón, gruñó al encontrarse frente a frente a nosotros.
— ¡TÚ!
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Ada
Hombres LoboDesde la oscura transformación de Ada bajo la misteriosa Luna Roja a la temprana edad de diez años, su vida ha sido un entramado de secretos y dolor. Mientras su cuerpo se desgarra y se recompone, su espíritu lucha por mantenerse intacto. Envuelta e...
