Capítulo XIV

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Galep

Estaba harto de estar en esta manada, tener que aparentar que quería hacer tratos con este ser insulso, inculto, inferior, me cabreaba. Los seres que eran parte de su corte apestaban, ninguno merecía por voluntad propia estar donde estaban. El verdadero Alfa de esta manada tendrá que trabajar mucho para recuperar el esplendor de este lugar.

Estaba vistiéndome para bajar a la maldita cena que hacían en mi honor. Solo estaba deseando reunirme con ella. Tenía que cerciorarme que mis sospechas eran ciertas y la necesitaba a ella, para conseguirlo. Romper las fuertes barreras que tiene en su cabeza para no contactar con nadie. Solo eso, ella, era lo único que me retenía de destruir antes de tiempo todo lo que ahora mismo me rodeaba.

Claiton era tan parecido a mi padre que me daban ganas de vomitar. Sus halagos eran porque yo soy su último recurso para salvar su estatus, su pueblo está en las últimas, no tienen comida para todos y solo los mejores recursos los reparte entre sus allegados. El distrito donde ha recluido a los profesores y gente de cultura es como su cárcel. Los que deberían ser su salvación los han convertido en proscritos.

Y ahí en ese reducto la tiene a ella, además de ser su esclava y estoy seguro de que es maltratada. Pero ella sigue sin hacer nada por salvarse, por huir; por volver a tierra neutral, donde la protección de su linaje impediría que la sacarán, sería un delito, pero no, sigue aquí, esclava, presa. Está mejor de lo que cabría esperar porque aún de manera encubierta recibe la ayuda del Beta y su compañera, pero ella, ella tendría que estar siendo venerada y sin embargo la vomitiva y deprimente pareja de Sean, el hijo del falso Alfa, la trata como si fuera escoria, habla de ella como si todos los males de esta manada fueran culpa de ella, si pudiera le arrancaría la cabeza.

No se merecen nada, ni perdón, pero he hecho un trato. El auténtico Alfa me ha pedido ayuda y acepté dársela solo con la condición que me entregará a la nieta de Rina para su educación y protección. Solo llevo un día y se que no son dignos de tener a alguien tan importante en su manada. Aunque todos dicen que no tiene ni don ni lobo, hay algo que no encaja, algo oculta.

- ¿Galep estás listo?

- Si - Dije con un gruñido.

- Vamos hermano, si todo sale bien hoy al final de la noche ella estará por fin en tu poder.

- Alain tengo la sensación, que no me lo va a poner fácil.

- Ya está todo preparado, tienes el permiso del consejo para llevarla a nuestra manada, solo tienes que explicarle las cosas.

- No quiero tener que dominarla.

- Esa es solo su elección.

"Galep el inútil de Sean se nos ha adelantado"

"Mierda, vigila que todo valla bien, no me fío de esa escoria"

- Claiton ha mandado a Sean a por Ada.

- Adiós a poder hablar con ella antes de la cena.

No hay cosa que más me cabree que los planes que tengo se estropeen, porque eso puede detonar en que desde ese momento todo vaya peor de lo esperado. Quería hablar con Ada antes, pero ahora tendré que tensar la cuerda de todos mientras cenamos.

La cena fue una maravilla. Me divertí muchísimo. Y por fin descubrí lo que Ada tanto ocultaba. Tenía la ligera impresión de que ella era la joven que vi en la cabaña cuando visite a Rina, la cual se negó a presentarme la primera vez que fui y el resto de veces no estaba. Yo sabía por mi abuela que Rina tenía una nieta, pero ella se negó a decirme donde encontrala. Teníamos muchas cosas en común pero Rina era muy recelosa de todo.

AdaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora