Como estaba recluida en casa no podíamos poner en riesgo que nos descubrieran, por lo tanto, mis entrenamientos con Braien se trasladaron al sótano de mi casa. Que él me visitara no era raro para nadie pues tenia el "desgraciado honor" de tener una promesa de sangre con mis padres.
A los ojos de los demás su promesa era un engorro, pero los dos sabíamos que eso era sólo la apariencia. Su lealtad a la manada la llevaba tatuada en su piel, era Beta, pero, la lealtad hacia mis padres la tenia en la sangre. Mi padre y Beta era amigos desde la infancia y en el ultimo respiro de este, Braien le juro que me protegería de cualquier problema.
- No entiendo por que me enseñas a pelear si nunca dejas que me defienda - Le gruñí mientras esquivaba uno de sus golpes a mis costillas.
- Porque esta manada no son los peligros de los que les prometí a tus padres y a tu abuela, que te ayudaría a defenderte - Contesto con tranquilidad mientras me lanzaba otro golpe.
- No creo que haya nada peor - Conteste casi sin respiración.
-Ada el Alfa esta haciendo tratos con quien no debe y le va a salir caro el no quererlos cumplir. Esta vez no es él, el más listo de la mesa. - Sentencio mientras clavaba uno de sus puños en mi estómago.
- ¿Y eso que tiene que ver con mi pregunta?.
- Cuando vengan a cobrar la deuda tendrás que saber defenderte, pero para sobrevivir. Luchar contra un hombre lobo adulto sediento de venganza por el agravio hacia su manada. Y tener una oportunidad para huir a casa de tu abuela.
- ¿Por qué huir?
- Porque solo así lograras tú libertad - Dijo con voz firme y apenada.
-¿Qué me ocultas? - Pregunte con miedo.
- Ada, los tratos que Claiton está haciendo son con el Alfa de la manada La Colina. El no es conocido por su benevolencia y compasión. Jure protegerte y lo hare hasta mi último aliento, pero en este caso, necesito, te imploro, que obedezcas lo que te pida que hagas.
Se que Braien quiere mi bienestar por encima de cualquier cosa. Pero huir, aunque es lo que Iria y yo deseamos, no quisiera dejarlos solos ni a él, ni a May su pareja. Ellos han sido mi mayor apoyo en este tiempo y alejarme de ellos seria como abandonar a mis padres.
El Alfa de La Colina era conocido por su dureza en la batalla y fuera de ella. Mato a su propio padre para lograr el poder. A los dieciséis años ya había sufrido su primera transformación y con diecisiete ascendió al trono de su manada. El paso de los años ha traído historias hasta nuestra ciudad, pero la única que no variaba era que cuando el toma una decisión no da marcha atrás. Si hace un trato lo cumple hasta las últimas consecuencias. Han pasado ocho años desde que se convirtiera en Alfa y nunca escuche que hubiera tenido compasión por sus oponentes, era implacable.
Claiton por el contrario nunca cumplía un trato, siempre intentaba hacer trampas para salir ganando. Nunca había sellado un acuerdo que no rompiera, siempre era traicionero y embaucador. Todas esas virtudes habían conseguido que en cuatro años que llevaba en el poder estuviéramos enfrentados con todas las manadas de la península y ninguna quisiera un acuerdo con nosotros.
Ha robado, saqueado y esclavizado a muchos miembros de otras manadas cuando estos atravesaban nuestras tierras con salvoconductos de libre circulación. Por lo que nuestro territorio estaba a punto del colapso. No teníamos a quien vender nuestros excedentes y mucho menos comprar lo que no éramos capaces de producir y necesitábamos.
Habíamos pasado dos inviernos duros y después del verano nuestros víveres escaseaban mas que nunca. Nadie se fiaba de nuestro Alfa, nadie haría tratos con nosotros. Estábamos en el centro de la península y aunque los costes eran mayores todos preferían rodearnos a arriesgarse a perder miembros o mercancías. En lugar de enriquecerse con los aranceles de paso como hacia el Alfa Erwen prefirió el saqueo y las mentiras.
Que la manada La Colina fuera nuestra única esperanza de supervivencia no era muy alentador, porque pasara lo que pasara el destino podía ser el mismo.
Braien me saco de un golpe de mis pensamientos derribándome al suelo. Sabe que Iria es fuerte, más que un lobo normal, y que yo apunto maneras como dice él, la verdad que encajo los golpes con mucho estilo. Pero sus palabras son que no aprendo mas por mi falta de disciplina, pero sé que, si algún día he de defenderme, sobreviviré gracias a lo que le me ha enseñado.
- Ada concéntrate. Sabes que, si llega el momento de una guerra nunca, nunca, bajo ningún concepto, pase lo que pase, veas lo que veas debes mostrar a Iria.
- Estas muy pesado con el tema - Respondí intentando incorporarme.
- Responde ¿Lo entendiste? - insistió.
- Lo sé, lo entendí a la primera. No quiero acabar como la Abuela.
Los golpes eran mas duros de lo normal, no media sus fuerzas contra mí. Una y otra vez acabe frustrada y tirada en el suelo.
- Nunca desobedecerás esa orden ¿Lo comprendes?.
- Si Braien - Dije sujetando mis rodillas con mis manos recuperando el aire.
Por fin dejo de lanzarme golpes, estaba exhausta. Tiro una toalla a mis pies y se despidió. Mientras bebía agua sus palabras se interiorizaban en mi cabeza. Llegaría tarde a mis tareas en la casa si no me daba prisa, la ducha hoy debería esperar.
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Ada
WerewolfDesde la oscura transformación de Ada bajo la misteriosa Luna Roja a la temprana edad de diez años, su vida ha sido un entramado de secretos y dolor. Mientras su cuerpo se desgarra y se recompone, su espíritu lucha por mantenerse intacto. Envuelta e...