🐱 3 🌙

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Apenas Harry salió, Louis se deshizo en llanto y una hora después, se durmió. Despertó con frío, con dolor de cabeza, mucho asco y mareado. Con todo su esfuerzo buscó las maletas que había llevado Ryan el día que se mudó y sin cuidado metió las zapatillas, los trajes y la ropa que le pertenecían. De un bolsillo de un pantalón saltó un pequeño papel, lo desdobló y leyó:

Me gusta sentirme tuya bebé, gracias por otra noche llena de pasión.

Lo dejó a un lado y siguió. Fueron apareciendo otros mensajes, boletas, incluso una foto: de fondo un bonito lago, Ryan y una chica, abrazados. Le llamó la atención que no se le veía el rostro a ella, apenas un poco su pelo corto, de color rosado. Detrás de la postal, un beso marcado con labial.

No le dolía. Cuando tomó conciencia de que había sido engañado, simplemente lo soltó. Soltó a Ryan, soltó su vida juntos, soltó la rutina y los momento buenos y malos. Lo que sí lo hacía llorar era haber permitido ser un débil omega, era haberse conformado con un alfa patético, era haberse obligado a seguir pese a tantas desilusiones.

Terminó de guardar todo, absolutamente todo. Incluso la ropa sucia, los libros, los lápices y la taza favorita de Ryan. Los mensajes y demás, los puso en una bonita bolsa de regalo. Dejó las dos maletas y la bolsita en la entrada.

Después quitó la ropa de cama, las sábanas, las fundas de las almohadas, los manteles, incluso las cortinas. Todo lo que más pudo y que le recordaba a ese año oscuro y que ahora se sentía sucio. Lo que estaba en mejor estado lo dejó en una bolsa para regalo, lo otro lo botó.

Se sentó agotado y tomó su teléfono. Buscó un número y marcó. Pronto una dulce y hermosa voz apareció al otro lado.

—¿Cómo estás mi bebé precioso?

—Mamá... Yo... Tengo que contarte algo.

—Louis, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan triste?

—Estoy esperando un cachorro. —Silencio. —Mamá, dime algo.

—¿Cómo te sientes con la noticia? ¿Estás con Harry? Quisiera hablar con él.

—Fue difícil, pero decidí tenerlo. Harry no está... Él conoció a alguien...

—Sé que no es el momento, pero sabes lo que pienso. Pese a eso, espero que tengas claro que te apoyo en lo que decidas, jamás te voy a dejar desamparado. ¿Quieres que viaje a verte?

—No es necesario mamá... Solo quería preguntarte si te parece bien que venda el departamento, no quisiera quedarme aquí más tiempo... Voy a comprar otro con el dinero que me den por este... Necesitaba preguntarte porque fue un regalo de ustedes.

—Hazlo bebé, hazlo sin culpa, sal de ahí. ¿Dónde vas a vivir por mientras?

—Con Niall supongo.

—¿Harry no puede recibirte? Estoy segura de que él no sabe nada de esto, ¿verdad?

—No quiero molestarlo mamá, él es solo mi mejor amigo, no debería ocuparse tanto de mí.

—Lo que digas. Llámame todas las noches, y de todas maneras yo también te voy a llamar. ¿Cuándo tienes cita con el médico?

—Me está viendo una ginecóloga, pero no tengo idea de mis citas porque eso lo sabe Harry.

—Lo imaginé. Voy a hacer hasta lo imposible por ir a verte pronto. Te amo mi bebé, no lo olvides, y no seas orgulloso, apóyate en Harry.

—Sí mamá, te amo, adiós.

Colgó suspirando. Necesitaba un abrazo, mimos, sentirse menos solo. Pero no llamaría a Harry, seguramente estaría preparándose para su cita. Podía verlo en la ducha, cantando a todo pulmón canciones cursis, mientras se enjabonaba con una de sus espumas con olor a chocolate y lavaba su cabello. Luego se secaría con cuidado, y aplicaría crema humectante en su piel ligeramente húmeda. Se pondría primero un bóxer negro, nuevo, y después los calcetines. Seguiría con sus jeans, el cinturón y la camisa con tres botones abiertas. Zapatillas o botas, dependiendo de la ocasión. Un poco de perfume, muy ligero, y luego cepillaría sus rizos. Lavaría sus dientes, y se colocaría el reloj, quizás algunos anillos o alguna pulsera. Revisaría su billetera, que tenga su identificación, tarjetas de crédito y efectivo. La guardaría en su bolsillo trasero y luego se miraría por última vez al espejo.

My Best Friend, History Omegaverse Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora