My Best Friend, History Omegaverse Larry Stylinson

🐱 18 🌙

Veinte minutos después, Harry llevaba en brazos a Louis hasta la cama. Puso un emulsionado en sus pies, masajeando sutilmente y luego hizo lo mismo en los hombros tensos de su amor. 

—¿Podemos ir a la heladería temática que está saliendo de Londres?

—Podemos ojitos, me encantan los batidos que preparan, además es un lugar muy bonito.

—Quiero wafles con helado, crema, galletas y salsas, con chips de chocolate y estrellas de colores.

—Eso suena delicioso, me antojaste. ¿Quieres llamar a Liam por si nos quiere acompañar?

—No, quiero disfrutarte, que me des muchos mimos.

Harry sonrió. —Así será mi bello omega.

—Alfa, cuando volvamos, ¿podemos llegar a dormir?

—Por supuesto ojitos, sé que estás agotado y me encanta dormir contigo en mis brazos.

Louis se vistió demasiado bonito, quería deslumbrar a su alfa, que estaba molesto de verlo así. Louis solo respirando llamaba la atención, lo tenía más que claro, lo vio siempre mientras fueron amigos y tuvo que espantar a demasiados alfas que querían acercarse.

—¿Te gusta? —Preguntó caminando y girando.

Y Harry solo podía babear al mirar esas curvas y el brillo que envolvía a su omega. Le picaban las manos por desnudarlo, amarrarlo a la cama, y castigar su perfección.

—Te ves... Muy bien. —Contestó conteniéndose.

—No te gustó...

—No es eso ojitos, es que... ¡Por Dios! Mírate, eres tan hermoso que solo puedo pensar en que te van a mirar más que de costumbre, que ya es mucho, y van a querer robarte y luego voy a tener que matar por lo menos a una docena de idiotas alfas y ...

—Te amo gatito, respira, —se acercó hasta tocar su pecho. —Soy solo tuyo, solo quiero que tú me veas... Si fuera por celos, no te dejaba salir, alfa guapo...

Se besaron despacio, casi con flojera, pero sonriendo.

Caminaron hasta la parada de autobuses y llegaron justo a tiempo para tomarlo. Casi cuarenta minutos después llegaron a su destino. El local estaba bastante lleno, pero encontraron una mesa, hicieron su pedido y comieron en medio de divertidas conversaciones. Hasta que, apareció un alfa.

—Louis, tanto tiempo sin verte, ¿cómo estás?

—Hola, Aaron... estoy bien, ¿tú?

—Mejor ahora que vuelvo a verte... Harry, ¿qué tal?

—Bien, gracias por preguntar.

—Lou, ¿podemos hablar? He cambiado mucho, y me di cuenta de que cometí muchos errores contigo, pero puedo hacerlo mejor, solo dame una oportunidad, volver a conocernos y ...

—Disculpa, —habló Harry. —¿Estás ciego? ¿No ves que está conmigo? ¿Que estamos marcados? Estamos comprometidos, no...

—Alfa, basta. —Pidió Louis, tocando su brazo. —Aaron, es cierto, me voy a casar en unos meses, y te agradecería que lo entendieras. Por favor, déjanos solos.

—Siempre dijiste que eran amigos, y siempre supe que este idiota terminaría embaucándote. No te merece, nunca luchó por ti, yo voy a esperar a que te des cuenta. —Se fue, dejándolos con un amargo sabor de boca.

Ninguno rompió el silencio, hicieron el camino de vuelta completamente callados.

Harry se quitó la ropa y se puso un short, mientras Louis se envolvía en un abrigado pijama con diseño de patitos.