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Louis fue el primero en reaccionar, y fue a bañarse. Luego a la cocina a preparar algo ligero. Después de que Harry saliera de la ducha, sintiéndose mejor, se sentaron a desayunar en la cocina.

—Ya sé qué me pasa. Me quitaste toda mi estabilidad... Estás tan claro con todo esto, tan seguro y siento que soy yo el que debería actuar así. Eliminaste en unos minutos todo lo que se supone que soy.

—¿Te asusta eso?

—No me asusta, solo debo acostumbrarme... Es que, ¿no sientes que esto es casi desquiciado? Lo soñé tanto, tantas veces y ahora que está aquí no sé qué hacer... Es que, te amo, pero...

—¿Pero?

—Creo que es anormal la manera en que me haces sentir.

Louis se sonrojó. —Me siento igual gatito. Yo, ninguno de los alfas con los que he estado... —Se detuvo cuando sintió el aroma a vino tinto ponerse denso, tan amargo que lo descolocó por completo, nunca lo había sentido a ese nivel. —Harry, necesito que... No hay motivo para tus celos, pero sí es importante para mí poder hablar de lo que pasé con los otros alfas, porque necesito que me entiendas cuando aparezcan mis inseguridades y mis fantasmas...

—Lo siento, de verdad no quiero ser celoso, tengo que aprender a controlarlo, tienes toda la razón. Quiero saber, es bueno que lo haga, pero es que... Dios, imaginar a alguien más teniéndote... Me mata.

—Amo tu versión posesiva, —sonrió. —Entonces, nunca me hicieron sentir así. Aunque no habláramos lo suficiente, aunque solo nos dejamos llevar, me hiciste sentir tan bien... No imaginé que sería así, mágico, mucho mejor que en mis sueños...

—¿De verdad logré hacerte sentir así? Tenía tanto miedo todo el tiempo, no quería que pensaras que era horrible en la cama porque no me pasó nunca esto.... Nunca había entendido cuando escuchaba a alguien decir que compartir tu cama con alguien que amas revolucionaba tu mundo completo y lo comprobé y me angustié porque no sé hacerlo... Voy a mejorar, te lo juro...

—Mejorar... ¿Mejorar qué? Harry, fuiste perfecto, solo puedo quejarme de ti porque me dejaste deseando más y más, —dijo acercándose hasta poder sentarse en sus piernas. —Márcame con tu olor, —pidió mientras sentía sus miembros endurecer con el contacto del otro.

Harry lo hizo mientras apretaba su trasero por debajo del pantalón y buscaba su boca para profanarla sin piedad.

Largos minutos se quedaron frotando sus cuerpos, hasta que Louis recordó algo. —¡Tengo que llamar a mi mamá! ¿O te arrepentiste?

Y Harry sonrió. Tenía sobre sus piernas a su prometido. —Jamás mi ojitos de luna.

Louis sonriendo, tomó su teléfono y marcó. Apenas le contestó Julia, gritó emocionado: —Mamá, ¡me voy a casar!

—¿Qué? ¿Estás borracho? Louis, ¿esto es una broma?

—No mamá, me acabo de comprometer... ¡Estoy tan feliz!

—Cálmate, vamos por parte. En primer lugar, ¿con quién te comprometiste? ¿Por qué el apuro? ¿Dónde está Harry?

—Mamá, no puedo darte detalles, pero necesito que estés aquí el viernes con las chicas, porque me caso el sábado.

—No Louis, eso no va a pasar si puedo evitarlo... Es que, ¿cómo me dices que saber con quién te vas a casar es un detalle? ¿Te pegaste en la cabeza Louis? Me va a dar un infarto y como no me dices nada, voy a llamar a Harry.

—Mamá, él no sabe nada, no puedo decirle... Y tampoco puedes decirle a Jo... A nadie en realidad.

—¿Sabes qué? Viajo esta misma noche y no te estoy preguntando.

My Best Friend, History Omegaverse Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora