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—¿Qué? —Harry no podía creer lo que estaba escuchando. —Repítelo.

—Yo... Harry... Yo no puedo, no soy...

—Louis, estás rompiendo nuestro compromiso, ¿en serio quieres hacerlo?

—Harry...

—Contéstame.

—Creo que es lo mejor que puedo hacer...

Los ojos de Harry eran indescifrables, no podía saberse si había más pena, decepción, rabia o vacío. Quizás era un poco de todas.

Como toda respuesta se fue a la habitación y tomó una maleta. Guardó apenas unas mudas de ropa, mientras Louis lo miraba desorientado, confundido, aterrado, angustiado.

 —Alfa, escúchame, Harry...

—¡No más Louis! Ya no puedo más... —Sus ojos cargados de lágrimas.

Por fortuna, Julia había llegado hace unos minutos y había escuchado gran parte de lo sucedido. Dudó de involucrarse, pero la situación era más grave de lo que nunca pensó.

—Harry, deja esa maleta ahí. Anda a mi departamento, yo me quedo con Louis.

El alfa salió desesperado, sin siquiera mirarlos.

—¿Qué está pasando cariño? —Preguntó apenas se quedaron solos. —¿Te das cuenta de lo que le pediste?

—Jo, yo no soy un buen omega. Soy inseguro, egoísta, caprichoso, dependiente... Por más que me pasen cosas, de que me de cuenta de que estoy actuando mal, no cambio, no pienso en Harry, solo en mí... 

—Dime algo. ¿Cuántas sesiones con tu psicóloga llevas?

—Las dejé...

—Exactamente. Estás siendo negligente contigo mismo, y no es posible. Además, les han pasado una infinidad de cosas que les quitaron sus rutinas y su estabilidad, es natural que les cueste mantenerse bien y tranquilos, es necesario que se apoyen en estos momentos, no que se separen. Dices que eres egoísta, pero Louis, ¿entiendes la gravedad de lo que pasó? Rompiste el vínculo con tu alfa, eso es muy grave y no puedo dimensionar lo que está sintiendo mi hijo en estos momentos.

Louis estaba mudo. Entendía y escuchaba con atención, pero no reaccionaba. Sus marcas quemaban y dolían, como si las estuvieran quitando con láser. Y ahora, ¿cómo arreglaría esto?

—Voy a ir a buscarlo. —Fue lo único que pudo decir.

—Lo siento, pero no. Créeme que sería peor en este momento. Vas a darte una ducha, vamos a almorzar, y en la tarde te vas a enfocar en tu trabajo, en tus obras y esas cosas. Vamos a dormir los dos acá, le vamos a dar su espacio a Harry y mañana veremos.

—¿Dormir sin Harry? No puedo Jo...

—Vas a poder, vamos, al baño, voy a cocinar algo rápido.

Casi media hora se demoró en salir Louis de la habitación. Después de bañarse y vestirse, se había quedado sentado en la cama, mirando el teléfono, esperando algo, una pequeña señal. Le había mandado un mensaje a Liam, contándole a la rápida, pero no había tenido respuesta. Su cabeza era un revoltijo de dolor y pensamientos, parecía que pesaba unos cincuenta kilos.

Llegó a la cocina, pero apenas vio una de sus comidas favoritas, volvió a correr al baño. Estaba agotado, ni siquiera un poco de agua estaba soportando. Le envió, por primera vez, un mensaje a su ginecóloga, porque siempre lo hacía Harry y le contó lo que le pasaba. La respuesta fue que, si en tres horas no lograba mantener algo en el estómago, fuera al hospital, porque lo más probable es que empezara a deshidratarse y eso podría explicar el dolor de cabeza.

My Best Friend, History Omegaverse Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora