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Louis cayó al piso producto del golpe, que si bien no fue extremadamente fuerte, debido a que el auto no traía gran velocidad, en el estado del omega podía ser muy grave.

También lo entendió Harry, cuando al acercarse mientras gritaba por ayuda, vio la sangre manchar el pantalón que llevaba Louis. De inmediato llegaron los paramédicos y también los guardias del lugar para prestar ayuda.

Harry totalmente shockeado, ni siquiera pudo ocuparse de Ryan, tampoco de llamar a sus amigos o familias... Solo intentaba respirar y no caer, no en ese momento.

Se quedó sentado las cuatro horas que pasaron, en silencio, sin ser capaz de pensar en algo más que Louis. Había silenciado su teléfono cuando empezó a sonar sin control. No podía, de verdad no era capaz de hablar, menos de verbalizar la escena tan atroz que había presenciado.

Le dolía cada fibra de su cuerpo.

Le dolía su cobardía y su confusión.

Le dolía pensar en su vida sin Louis.

Le dolía darse cuenta de todo lo que representaba ese omega hermoso.

Le dolía entender que podría sobrevivir sin agua y sin aire, pero no sin Louis.

Cuando pudo entrar a verlo, deseó haber muerto. Jamás vio así a Louis, con la marca de la tristeza en su frente, con esa actitud derrotada, con ese vacío en sus ojos. Había perdido a su bebé.

En silencio se abrazaron y lloraron, calmaron un poco de su dolor con la compañía del otro. Las palabras sobraban, solo ellos entendían lo que pasaba, porque aunque Harry no era el padre de ese bebé, los dos sabían que lo amaba como si lo fuera y que se había preocupado por él desde el primer momento.

—¿Por qué? ¿Por qué?

—Nunca lo sabremos ojitos... pero te lo seguirás preguntando siempre...

—Mi bebé... Harry, mi bebé ya no está...

Y Harry deseaba con todo su corazón poder cambiar de lugar y soportar el dolor de los dos y que su Louis no estuviera pasando ese dolor tan desgarrador.

—Lo sé, lo sé...

Lentamente, con el calor de Harry, y sus palabras, y su lento movimiento calmándolo, Louis se durmió. Un sueño profundo, porque había perdido mucha sangre, pero para nada reparador.

En un acto que pasaba un poco los límites, lo marcó con su olor. Era algo que si bien acostumbraba a hacerle a Louis, siempre fue con su consentimiento, pero ahora sabía que le haría bien. Lo acomodó en la cama, y le acariciaba su pelo, sus mejillas, hasta llegar a su cuello y volver nuevamente al pelo. Mientras lo miraba, decidió susurrar algo parecido a una declaración.

—En caso de que no lo sepas, me tienes loco de amor... Y estaría mintiendo si dijera que puedo vivir esta vida sin ti... Tienes mi corazón desde hace mucho, mucho tiempo, tienes todo de mí...

Delineó sus labios, y elevó una plegaria, un rezo para pedir por la calma y resignación de Louis, para que pudiera salir adelante, para que volviera a comenzar en algún momento, ojalá a su lado...

La mañana apareció cargada de nubes y lluvia, de frío invernal, de bufandas y guantes.

Harry había logrado avisarle a su mamá, a Julia y a Zayn, y por petición de Louis, no recibirían llamadas ni visitas por lo menos por un día.

El omega solo quería estar en los brazos de Harry, siendo protegido, contenido y seguro, y el alfa estaba, dentro de todo, feliz de sentirse útil. Pasaron el tiempo así, meciéndose suavemente, conversando a ratos, aunque la mayoría del tiempo estuvieron en silencio, y también compartiendo lágrimas.

My Best Friend, History Omegaverse Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora