My Best Friend, History Omegaverse Larry Stylinson

🐱 28 🌙

—Dios, cómo te extrañaba ojitos de mar. —Dijo Harry cuando despertaron.

—Iba a morir si no te sentía pronto amándome así... Fue maravilloso alfa, no sé cómo lo haces, pero me mal acostumbras, quiero siempre más de ti.

—No puedo llevarme el crédito, solo reacciono a ti, a lo que me provocas, a la manera de desafiarme con tu cuerpo...

—Gatito... Me avergüenzas, —contestó escondiéndose en el pecho de Harry.

—Mírate, todo precioso, —rio. —¿Quieres levantarte? ¿O prefieres que nos quedemos en la cama hasta mañana?

—Suena tentador, pero estoy terminando unas piezas. Me voy a bañar y me pongo a trabajar.

—Bien, voy a calentar la cena entonces.

Harry estaba poniéndose la bata, cuando sintió un grito horrible de Louis que venía desde el baño, y supo que estaba en problemas.

—¡Harry Styles, eres un salvaje!

El alfa hizo su aparición, todo sonrisas tiernas, hasta que quedó sin palabras y sin poder creer lo que veían sus ojos. El cuerpo de su omega completamente marcado con sus dientes.

—¿Qué pasa ojitos? —Preguntó cándido. 

—Eres una bestia Harry, mira como me dejaste, —dijo afligido.

—Lo siento... No me di cuenta, solo me dejé llevar... —Se disculpó.

—Te voy a decir una sola cosa, y espero que no lo olvides, porque no lo voy a repetir, ¿me entiendes?

—Sí ojitos, te escucho...

—Por lo menos una vez al mes quiero que me dejes así de marcado, mi piel se ve hermosa... —Sonrió feliz.

—Santo cielo ojitos, me asusté, pensé que estabas molesto.

—Lo estoy, ¿por qué no lo hiciste antes?

—No lo sé, supongo que estar tantos días sin ti me hizo ser un poco más bruto.

—Entonces, vas a tener que inventarte algo... No, ya sé cómo hacerlo... —Dijo sonriendo misteriosamente. —Dame un beso.

Como siempre, no fue uno, fueron muchos y algunas caricias maliciosas.

Ese era el ánimo de los días que se iban sucediendo unos tras otros, hasta llegar el día del juicio de Rose. Se reunieron todos para ir a escuchar la sentencia.

Fue impactante, sobre todo para Harry y Louis verla después de tanto tiempo, después de todo el mal que les hizo. Se veía bastante desgastada, pero era algo que se había buscado ella sola.

Casi veinte minutos se demoraron en leer los cargos, que eran intento de homicidio, hurto, fraude y robo con el agravante del abuso de confianza. Se le encontró culpable de todos los cargos, y la sentencia, después de la evaluación, correspondió a 35 años de cárcel, sin derecho a beneficios.

Ninguno estaba feliz ni conforme, porque con esa cantidad de tiempo iba a salir bastante joven aún, y las probabilidades de una venganza eran altas. Sin embargo, no podía hacerse más, o eso pensaban. Antes de que terminara el juicio, supieron que al día siguiente y luego, en dos días más, Rose tendría que enfrentarse a nuevas resoluciones, porque más gente había resultado afectada. Incluso, se esperaba que aparecieran más víctimas.

Con eso se sintieron más tranquilos, y Harry compartió números de teléfonos con los otros abogados querellantes, para saber en qué terminarían esos procesos.

Luego se fueron a casa, habían pensado almorzar todos juntos, y celebrar de alguna manera, pero todos se sentían extraños, sus expectativas habían estado demasiado altas y la realidad fue aplastante. Cada uno en su hogar fue lo que necesitaban, por lo menos por ese día.