🐱 27 🌙

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Muy pocas veces había tenido la oportunidad de observar el cuerpo sin ropa de su omega así, de pie, lejos de sus manos. Pero lo que lo dejó sin aliento, fue notar la ligera curva en su vientre, redondeándolo... Esa imagen lo reconciliaba con la vida, le eliminó los miedos, hizo fuerte su corazón, le mostró la maravilla que era estar vivo y que todo lo que siempre necesitó era a Louis en su vida.

Y por si fuera poca la desnudez perfectamente sublime de Louis, sus mejillas estaban sonrojadas de un suave rosa.

—Santo Dios... —Susurró Harry, con una mirada emocionada, con sus manos en su boca. —¿Cómo puedes ser real?

—¿Todavía te gusto alfa...?

—Jamás, jamás lo dudes ojitos... Me gustas, me encantas, me enciendes... Provocas un cortocircuito en mi cerebro, tú... Ojitos...

Se acercó por fin, porque no aguantaba el picor en sus manos, necesitaba tocarlo.

—¿Me llevas a la cama?

Harry lo tomó en brazos, y Louis aprovechó de enterrarse en el cuello de su alfa, para inundarse del potente aroma que amaba sentir.

Con todo el cuidado del mundo lo acostó.

—Ojitos...

—Desvístete alfa, te necesito...

Harry lo hizo rápidamente, un poco torpe, porque estaba nervioso por alguna razón que no lograba comprender.

Se puso tiernamente sobre el cuerpo de Louis, sin aplastarlo, solo besándolo.

—Dime si te duele...

El omega intentó sentarse para dominar la situación, pero no pudo.

—Alfa, me duele...

—Pero ojitos, ¿por qué te esfuerzas así? Puedo moverme por los dos si eso quieres...

Y como una ráfaga, volvió a su cabeza ese miedo que creyó olvidado, pero que no había dejado de molestarle.

—¿Cuál sería la diferencia? —Preguntó triste.

—Ven. —Se levantó, ayudó a Louis a incorporarse, y luego se sentó, llevándose a su omega hasta dejarlo sobre sus piernas. —Dime, ¿qué te está martillando en esa cabecita?

—Dices que puedes hacer todo el trabajo, pero gatito... —No lograba coordinar sus pensamientos. —Me dijiste que nunca recibiste atención de tus compañeros sexuales, que siempre hacías todo tú y yo me sentí muy mal de saber eso, y me prometí que te haría sentir deseado siempre... Pero cuando estamos en la cama, apenas logro tocarte un poco, y Harry, te juro que no es porque no quiera, es porque me enloquece tanto tu manera de amarme que no reacciono... Lo siento...

—No sé por dónde empezar, —dijo apenas rozando los labios de Louis. —Cuando te dije que como alfa, por lo general no recibía atención, no solo me refería a la física. Era más que nada a la emocional. Cuando llegaba el momento de ir a la cama, era yo quien lo decidía, era yo quien desnudaba, era yo quien marcaba el ritmo, era yo quien alargaba o acortaba el momento, —explicó con sus manos en la cintura de su omega. —Contigo nunca ha sido así, tú desde el primer momento me hiciste saber cuánto querías estar conmigo, nunca voy a olvidar cuando ese día me dijiste que querías saber cómo era sentirme en ti... Ojitos, me haces sentir el alfa más deseado del mundo, me trastorna ver cómo te dejas llevar, como sin siquiera tocarme me exiges más... Puedes acariciarme o no, y siempre logras que me sienta bien y especial... Lo siento por no ser capaz de expresarlo mejor... —dijo acariciando los gruesos muslos.

—Gracias, gracias por explicarme, por tranquilizar mis hormonas.

Los besos aparecieron sin timidez, sin vergüenza, sin miedos, encendiéndolos nuevamente.

My Best Friend, History Omegaverse Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora