Too sweet | Hyunin

Capitulo cuatro

No pego un ojo en toda la noche. Se mantuvo despierto mirando a su puerta con la duda impregnada en su mente. Hyunjin era la persona más confusa que conoció alguna vez. Habían pasado demasiadas cosas en un solo día y se sentía perdido. El alfa no había sido amable ni un solo segundo pero si había actuado distinto.

Jeongin quería preguntar, quería indagar a profundidad hasta conocer cada uno de los pensamientos que vagaban en la mente del hombre. Quería conocerlo y entenderlo.

Quizás estaba siendo un tonto, Seungmin había dicho que la situación tal vez era buena. Si Hyunjin no estaba interesado en usarlo como sus padres le habían advertido significaba que no debía tener miedo, podría tener una vida solitaria pero buena, permaneciendo en las sombras y siendo un objeto sin interés. Y Jeongin en realidad quería estar satisfecho con eso, al menos no estaba siendo obligando a ser un sirviente sexual o una máquina reproductora.

Igual eso podría cambiar.

Llevaban menos de un mes juntos y el interés del alfa podría ampliarse.

Pero a pesar de todo ello, Jeongin no estaba ni quería estar satisfecho con ser una sombra.

Quería más.

Anhelaba más.

¿Era tan malo desear algo más que esto que tenía?

Sin importar cómo se comportara Hyunjin, él seguía siendo suyo y eso significaba que no había más vida que la que tendría a su lado.

Soltó un suspiro triste y volvió a mirar su mano, continuaba conservando el anillo que el alfa le había dado para la cena de la noche anterior y ni siquiera lo había notado. El peso de la joya era tan ligero que se adhería a la perfección a su dedo. Era una argolla sutil con pequeñas incrustaciones a los alrededores siguiendo su camino hasta el centro donde brillaba un diamante unas pulgadas más grandes. Se sentía inadecuado estando en su mano pero también dudaba si debía quitárselo.

Era su anillo de bodas después de todo.

Temprano en la mañana cuando bajó al primer piso, Hyunjin estaba ahí. En el salón sentando en uno de los sillones escribiendo en su laptop con absoluto interés. El alfa lo miró en cuanto bajó el primer escalón y lo saludó brevemente llamando su atención.

—Buenos días... —saludo vacilante. Era extraño despertar y verlo aún en casa.

Hyunjin lo miró de pies a cabeza antes de volver a su computador. El omega se sintió pequeñito ante el escrutinio y apretó la manga de su suéter entre sus dedos.

—Tengo que irme pero hoy volveré al mediodía. —informó con un tono casual. Los ojos del alfa volvieron a mirarlo. Jeongin asintió. —Quiero que hagas algo por mí hoy. —dijo llamando su atención por completo.

Jeongin titubeo luciendo ligeramente asustado. —¿Si? —preguntó apenas.

La ansiedad traicionándolo dejaron que su aroma a caramelo escapara en olas que llegaron al alfa.

—Sal y compra lo que quieras. —ordenó en un tono plano y neutro. —Mi tarjeta está en la mesa junto a todos sus datos, ya estás afiliado así que no habrá problema. Mi chofer te llevará a donde quieras ir.

¿Por qué? Era una propuesta demasiado... confusa.

Y antes de que Jeongin pudiera agregar cualquier cosa, el alfa se levantó recogiendo sus cosas y yéndose como si su único objetivo hubiera sido esperarlo y decirle aquello.

Se quedó inmóvil en medio de la sala y con las palabras en la boca.

Entonces, ¿Se supone que debe salir? ¿Que puede hacerlo así nada más?