Capítulo trece

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Había pasado una semana completa. Su salida había sido resguardada en su mente como un pensamiento secundario debido a lo imprevisto que había sido el celo del alfa.

Hyunjin y Jeongin se habían acercado hasta formar algo... algo que no sabrían cómo definir ni explicar como les hacía sentir.

Pero estaba ahí flotando entre ellos cada vez que estaban juntos.

Hoy volvería a clases y en la tarde Hyunjin pasaría por él. Era algo extraño y en su mente ya estaba catalogado como una cita. Pero no quería ilusionarse ante la idea. Quería mantenerse indiferente pero estaba fallando.

Ese día se levantó muy temprano y cuando llegó a la cocina. Hyunjin continuaba ahí sirviéndose café y pareciendo listo para ir al trabajo. Jeongin intentó no demostrar lo mucho que le afectaba estar en su presencia. Hyunjin le regaló una leve sonrisa y le sirvió una taza de café y le añadió azúcar y crema. Tan dulce como el omega lo disfrutaba.

Jeongin vibró ante la idea de reconocimiento y lo acepto. Compartiendo esos minutos de silencio y compañía.

—Tengo que irme al trabajo. —anunció el alfa después de una corta charla.

Jeongin asintió. —Ten buen día. —y sus palabras murieron en su boca cuando el alfa lo besó.

Un beso corto pero cariñoso que dejó al omega aturdido después de que el alfa se despidió.

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—¿Y te invito a salir así nada más? —preguntó el castaño sin ocultar su asombro. Jeongin no había podido contenerse después de una semana sin ver a su mejor amigo y terminó revelando lo que lo tenía tan distraído y emocionado porque la tarde llegara rápido.

—No es una cita bueno, no creo que lo sea,
¿No? Solo saldremos como... amigos. —susurró inseguro. Su mente aún perdida en aquel beso tan insignificante de esa mañana.

¿Por qué lo había hecho? Había actuado como un impulso pero se había sentido tan bien.

—No recuerdo estar casado con mis amigos o besarme con ellos o tener sexo como conejo con ellos o pasar mis celos con ellos. —enumeró fingiendo confusión. —Tal vez necesite nuevos amigos. —bromeó haciendo avergonzado al pelinegro.

—¡Cállate! —reclamó indignado el omega cubriéndole la boca a Seungmin con ambas manos y asegurándose que nadie los hubiera escuchado.

Seungmin lamió su mano haciendo que se alejara con el asco pintando en su cara.

—Pero es que tengo que decirte la realidad porque te gusta evadirla.

—No es así... es solo que-. —pero se calló antes de decir algo que no debiera decir. Aunque deseara hablar con Seungmin del acuerdo que había firmado había prometido no decirle a nadie. Suspiró decaído. Ni él mismo entendía lo que pasaba con Hyunjin. Era extraño y confuso.

—No te lo digo para que te pongas triste. —murmuró su amigo cambiándose de silla para sentarse a su lado, Seungmin pasó su brazo por su cintura y apoyó su cabeza en su hombro rodeándolo con sus feromonas amorosas que le dieron calma. —Solo siento que ese alfa se aprovecha de ti y no quiero que sufras luego.

—Soy consciente de ello.

—Ser consciente no evita que duela.

—Estoy bien.

Seungmin asintió soltando un suspiro. —Está bien, cuéntame qué tal va su salida de amigos quiero todos los detalles menos los sucios.

Jeongin se rio olvidándose fácilmente del tema. Era más sencillo si solo fingía que él también estaba de acuerdo en esta extraña relación de amigos con derechos.

Too sweet | Hyunin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora