Capitulo veintitrés

1.3K 204 72
                                    

No puede creer lo que está haciendo pero es una respuesta desesperada a la dolorosa presión en su pecho.

El alfa camino con sus invisibles orejas caídas tras su cabeza hasta la que había sido la habitación de Jeongin durante estos meses juntos. Al abrir la puerta, su empalagoso aroma a caramelo y chocolate lo golpeó paralizándolo momentáneamente y haciéndole sentir las piernas débiles por la añoranza.

¿Qué hacía aquí?

Habían pasado ya días y su corazón aún no se recuperaba.

Extrañaba todo de Jeongin.

Quería volver a tenerlo en sus brazos, quería volver a besarlo, quería volver a hacerlo suyo para después dormir juntos y despertar con él entre sus brazos.

Más que extrañarlo sentía que estaba perdiendo una parte de sí mismo. La parte entera de su corazón.

Se sentó en su cama con la vista en el suelo y suspiró perdido, ¿Qué debería hacer ahora? Lo único que realmente deseada era buscarlo y pedirle que lo perdonara, que esta vez sí podría hacerlo feliz.

No tenía sentido luchar por amor cuando este era unilateral.

Jeongin había sido infeliz a su lado, lleno de inseguridades y cargas hechas por su culpa. Lo había admitido y escucharle pronunciar esas palabras lo había vuelto loco.

Había estado tan cegado por la ambición por el poder que había llegado a un punto en que nada de eso tenía sentido ahora. Suspiró y levantó la mirada del suelo, al mirar al frente lo primero que sus ojos notaron fue aquel cuadro que le había obsequiado hace unas semanas.

Sonrió estúpidamente al recordar la sonrisa del omega.

Había sido un impulso guiado por el cariño tan inmenso que sintió en ese momento.

Y le había recordado a sus besos.

A cada una de esas ocasiones en la que su corazón se había detenido para volver a correr acelerado.

Probablemente desde ese momento supo que amaba a Jeongin.

Se acercó hasta el cuadro y lo tocó con cariño recordando la sonrisa dulce y las mejillas sonrojadas de su omega avergonzado. Siempre parecía que podría convertirse en un tomate por lo tímido que era.

Lo extrañaba demasiado pero no podía seguir siendo tan egoísta de mantenerlo a su lado cuando solo le hacía daño.

Se alejó perdiendo la sonrisa nostálgica y se decidió a irse y salir de aquel santuario cuando su mirada cayó en una hoja perfectamente doblada, esta estaba bajo el marco del cuadro. Y cuando observó detalladamente notó una fecha escrita en una esquina.

16/7. El día de su cita.

Frunció el ceño y sin cuestionárselo demasiado se lanzó a leer lo escrito.

Era una nota corta y parecía haber sido arrancada de un cuaderno. La letra era cursiva y elegante. Era la letra de Jeongin. Habían tachos y todo parecía ser pensamientos aleatorios y no realmente un carta continua. Y lucía como una confesión.

Continua confundiéndome tanto... ¿por qué lo hace? ¿Acaso no es consciente de lo muy enamorado que estoy? Hyunjin no deja de confundirme, parece quererme pero no lo dice.

Quizás solo es parte del contrato, se supone que debemos fingir, no sabía que fingir podría doler tanto.

Un recuerdo de lo que somos, ¿Que significa eso? ¿Significa lo mismo que para mí?

Too sweet | Hyunin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora