Violeta
No hay márgenes de error para esta noche, todo tiene que salir perfecto, tengo que llevar más clientes a mi bolso y menos enemigos al acantilado de dónde no hay retorno.
Debo de lucir mi cuerpo pero no tanto como para que me confundan con las putas personales de los hombres que asistirán en la ceremonia.
El vestido que llevo es largo, ajustado y que abraza suavemente las curvas de mi cuerpo, con un escote halter que deja al descubierto mis hombros y espalda de forma elegante. El color es de un rojo intenso, con detalles delicados de pedrería en el cintillo en la parte de la cintura.
Este vestido es de una de las colecciones de la tienda que nos pertenece a los Vicari en Milán, cada prenda de aquella tienda se puede diferenciar por las delicadas telas con las que se confecciona y los bordados finos que tiene.
Claro, aquella tienda solo se logró construir gracias al dinero que deja este negocio, pero eso nadie lo sabe. Mi abuelo la creo ya que mi abuela quería ser diseñadora de modas y eso mi abuelo se lo hizo realidad con su propia tienda de ropa que con el tiempo se convirtió en una de las más prestigiadas.
De maquillaje solo llevo unas capas de rímel y lo que nunca puede faltar son mis labios de color rojo, con los que más de un hombre desea probar. El cabello lo llevaría recogido en un moño alto con algunos mechones sueltos.
En unos minutos todos los hombres que asistirán posarían sus ojos solo en mi, algunos de ellos se acercaran a mi para comenzar con negocios mientras que otros intentarían coquetearme como el idiota de la fuente hace unos días.
Las copias llegarían un poco más tarde que yo, ya que tuvieron que regresar a Canadá para resolver algunos asuntos que tenían pendientes.
Baje al primer piso de la casa donde estaría viviendo mientras arreglo unas cosas para por fin quedarme completamente con Londres.
Había mandado a varios de mis hombres para cuidar los puertos y buscar a personas que estuvieran dispuestas a comercializar mi mercancía por las calles, todo con la mayor discreción del mundo.
–¿Preparada?– pregunto Steven terminando de acomodar el cuello de su camisa.
–Mas que lista– sonreí de lado.
–Bien, recuerda que en ese lugar habrá muchos hombres y solo tienes que hacer la señal de siempre para pedirnos que te salvemos de alguno si te está molestando mucho.
–Si– rodé los ojos.
Él mejor que nadie sabía que esa señal nunca la había usado, siempre terminaba por deshacerme de esos hombres que solo buscaban un polvo y claramente yo no lo quería con ellos.
–Vamonos, o se nos hará tarde.
Baje los últimos escalones que me faltaban, al salir me encontré con el coche que había elegido para esta noche, era uno de los mejores en mi colección y lo mejor es que combinaría con mi vestido.
Antes muerta a que algo de mi outfit no combine y para que todo esté perfecto mi coche también lo debe de estar.
Steven subió en la parte del piloto mientras yo iba en la del copiloto, nos abrochamos el cinturón de seguridad y segundos después ya estábamos saliendo de la mansión en dirección a las coordenadas que nos habían mandado para asistir a la ceremonia.
Algo me dice que está noche será inolvidable.
–¿Lista para ver a toda tu competencia?– Steven rompió el silencio que se había creado, mire por la ventanilla con una sonrisa en el rostro.
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Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)
RandomSiempre me habían dicho que el amor puede surgir en cualquier lugar, pero.. ¿También puede surgir en dos egocéntricos que no quieren que nadie esté por encima de ellos? Tienes que descubrirlo en un mundo lleno de traiciones, amor y sobre todo... Pas...