Capitulo 08

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Violeta

–¡No se quedarán en mi casa! He dicho– dije por enésima vez cabreada por tanta insistencia de su parte.

–Anda hermanita– Dario me tomo del brazo moviéndome en varias ocasiones– solo serán dos noches y después moveremos nuestros traseros hasta Chicago,¿qué te cuesta tenernos dos noches?

–En primera que te quieras cojer a una de mis amigas y la segunda que no me caes bien Dario.

–¿Están Chiara y Alessia en tu casa?– ladeó la cabeza con inocencia.

–Matteo, ¿por qué no se van a un hotel? ¡O es más! Se pueden ir a dormir debajo de un puente.

–Creo que me estoy arrepintiendo de haber firmado aquel papel– Matteo paso una mano por su cara cansado de todo esto.

Desde que habíamos salido de la mansión de Donatti, Dario se había encargado de insistirme hasta el cansancio en dejarlos pasar dos noches en mi mansión ya que no querían ir a un hotel porque la policía los podría encontrar porque al parecer el par de copias se les había ocurrido matar a un europeo en cuanto pusieron un pie en Londres porque les había ganado el lugar de aparcamiento.

Mis hermanos son un par de bestias.

–Violeta te juro que controlare a Dario estos dos días de que ni siquiera mire a tus amigas, lo callaré cuando quiera decirte alguna idiotez, pero por favor déjanos quedarnos en tu casa– Matteo suplico juntando sus manos.

Vale, a Matteo bien podía alojarlo en mi casa sin ningún problema, el único problema aquí era Dario y su maldito humor de mierda y sus ganas de querer joderme la vida con tanta insistencia.

–Jurame que mantendrás a Dario encerrado en su habitación con una mordaza y las manos atadas.

–¡No!– replicó Dario al instante.

–De acuerdo– Matteo se encogió de hombros.

Al llegar a la mansión hice que mis sirvientas llevarán las cosas del par de copias a sus habitaciones, por suerte Alessia y Chiara no estaban en casa ya que sino de inmediato Dario hubiera ido con ellas a molestarlas como una rata de alcantarilla.

Dario pensaba que cualquier par de piernas que se le ponían enfrente era para abrirlas y meter su polla en ellas.

Pero claramente yo no dejaría que ninguna de mis amigas cayera ante la estupidez de la peor persona que he conocido en este mundo.

Primero muerta.

–Matteo, amarra bien a Dario a la cabezera de la cama y solo abre la puerta de su habitación para llevarle de comer– le comente al ver cómo subían las escaleras.

–¡Ni que fuera un esclavo!– se quejo al instante.

–En mi casa si lo serás– me senté en uno de los sillones quitándome los tacones que me estaban matando.

–No te preocupes, solo saldrá de su habitación para comer– dijo Matteo.

Dario me recorrió con la mirada llena de odio, claramente él y yo nunca nos llevaríamos bien, los dos éramos iguales en varias cosas pero eso no quería decir que pudiéramos tener la mejor relación de hermanos.

Tome mi celular marcando el número de Steven, solo necesito de dos tonos para que por fin me respondiera.

–¿Ya me tienes la información?– pregunté al instante en que me respondió.

–Esta en el cajón de tu despacho– informo– por cierto, estoy acompañando a tus amigas que están en la opera, pero sabes, solo están aquí para tomarse fotos a ellas mismas y todo lo que se les ponga enfrente.

Solté una pequeña risa, porque claramente mis amigas solo irían a una opera por dos cosas, para subir fotos a sus redes sociales y mostrar lo cultas que son, o porque su representante las obligó a ir.

–Cuidalas bien, nos vemos en unas horas.

–Bien, me tienes que contar como te fue en la junta– colgó la llamada.

Steven pensaba lo mismo que todos los capos, que quería unir nuestras mafias para crear uno de los mayores imperios, pero lo que él ignoraba es que yo me quería quedar con absolutamente todo.

Ya fuera que mi familia me recibiera después o no. Pero eso se lo diría después ya que no debo de confiar mucho en Steven porque es muy probable que se los diga al par de copias y ellos me podrían arruinar en un solo segundo.

Cuando llegue a mi despacho cerré la puerta con llave para que nadie entrara y pudiera ver los papeles que estaría analizando.

Abrí el cajón con seguro de mi escritorio, en él encontré una carpeta color crema que al abrirla pude ver la información que le había pedido a Steven, pero sobre todo la persona que me ayudaría a apartar a Vladimir de mi camino...

Diana Sokolova.

Diana Sokolova

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Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora