Capitulo 04

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Violeta

Las noches son las mejores para que un cazador vaya detrás de su presa, y más cuando esa presa quiere solo divertirse durante una sola noche para después con el amanecer olvidar el nombre de esa persona.

Las luces de colores neón se movían por todo el lugar, la música resonaba por todo lo alto llegando a escucharse inclusive tres cuadras antes de llegar, los cuerpos de hombres y mujeres se mueven desesperados por la atención, los tragos van de un vaso a una garganta y el olor a sudor y sexo puede incluso ser más embriagador que el alcohol.

Entre todo el tumulto de gente pude visualizar a la castaña y la pelirroja, que al tenerme en su campo de visión alzaron las manos para que fuera a ellas.

¿Pero acaso Violeta Jefferson Vicari se quedará sin atención? Por supuesto que no.

Así que comencé a contornear mis curvas con cada paso que daba, varias miradas de envidia de mujeres se posaban sobre mi porque me robaba las miradas de sus acompañantes y otros simplemente se relamian los labios al terminar su bebida.

Mis hombres supieron que debían de dispersarse entre todos la gente, asegurándose de que nada me pasará a mi o a mis amigas.

Porque aunque ellas no sean mafiosas tenía la responsabilidad de cuidarlas ya que varios de mis enemigos podrían llegar a mi secuestrandolas o haciéndoles algún daño.

Ellas habían llegado al día siguiente después de la ceremonia a la nueva mansión que había comprado en Londres, querían descansar después de una larga temporada en el mundo del modelaje y quisieron venir conmigo después de estar varias semanas sin poder vernos.

Cuando llegue junto a ellas les di un beso en la mejilla a cada una para después sentarme en una de las sillas.

-¿Nunca te cansas de llamar la atención de los que están a tu alrededor?- preguntó Chiara, la chica castaña.

-¿Te digo la verdad?- me acerque a su oído y con voz seductora fue que le susurré- me fascina la atención de los demás sobre mi cuerpo para que tengan todas las fantasías que quieran- me separé de ella mientras soltaba una carcajada- ¿Hace mucho que están aquí?

-Recien hemos llegado- comento Alessia dándole un trago a su bebida.

-¡Vamos a bailar!- Chiara tomo nuestra manos llevándonos hasta el centro de la pista.

En cuanto pusimos un solo pie sobre aquella pista, la mirada de varias personas quedaron sobre nosotras.

No lo puedo negar, mis amigas son bellas, no por nada son unas modelos muy importantes y demasiado demandadas por su cuerpo y rostro.

Pero aún así, no hay nadie que pueda superarme.

Nuestros cuerpos se comenzaron a mover al compás de la música, dejando que toda preocupación se fuera y solo fuéramos nosotras tres.

Elevamos las manos pasandolas por las curvas de nuestros cuerpos, hasta que Alessia nos tomo de las manos de nuevo para llevarnos fuera de la pista.

Ella dejo sobre la palma de mi mano una pequeña pastilla, al instante supe que era una de las drogas que yo vendo y que más comercialización tiene.

-Con esto nos divertiremos aún más- fue la primera en tomarse la pastilla sin hacer una sola mueca.

Después le seguimos Chiara y yo, Alessia se acercó hasta mi oído donde me comentó algo de lo que yo no me había dado cuenta.

-Oye, el hombre que está cerca de la barra vestido de negro con la copa de vino sobre su mano y la mujer en su regazo no te ha quitado la mirada desde que llegaste.

Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora