Capitulo 16

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Violeta


Mi vista se va despejando conforme voy abriendo los ojos, la cabeza por unos momentos me da vueltas hasta que por fin puedo enfocar todo lo que se encuentra a mi alrededor. Estoy en una habitación que no es la mía, tiene algunos toques de la edad antigua, las paredes están pintadas de un color café claro con algunos detalles blancos, también hay un clóset que se ve que está muy grande y junto de este se encuentra un baño, junto a la puerta de baño se encuentra un mueble con un espejo y de lado una estantería, a mi lado derecho se encuentra un gran ventanal por dónde entran los rayos del sol.

Primera pregunta, ¿qué hago aquí? Segunda pregunta, ¿quién coño me trajo a este lugar? Y por último la tercera pregunta, ¿Me secuestraron aprovechándose que estaba drogada o yo vine por mi propio consentimiento?

Me levanté de la cama y al instante el frío suelo hizo contacto con mis pies dezcalsos, apreté un poco mi cabeza para eliminar la migraña que me estaba matando, camine hasta la puerta hasta salir de aquella habitación.

Cuando estuve en el pasillo me pude dar cuenta que me encontraba en la mansión de Vladimir, ahora ya sabía donde estaba, solo me quedaba saber porque estaba aquí y si vine porque yo quise o porque Vladimir me secuestro.

Me quedé por unos momentos recargada en el barandal de las escaleras, aquella mansión se hundía en un completo silencio de aquellos que te hacen sentir nostalgia y te ponen a sobre pensar las cosas.

–Buenas tardes– saludo un hombre castaño detrás de mi.

–¿Tardes?– frunci el entrecejo.

–Son casi las dos de la tarde.

Joder, si que me había excedido con la cocaína está vez, es por eso que hace mucho tiempo no la metía en mi cuerpo, solo me hacía hacer estupideces de las que después Steven me tendría que recordar y se estaría riendo de mi.

–¿Usted sabe por qué estoy aquí?– entrecerre los ojos con duda.

–Steven la espera en la sala– bajo las escaleras hasta quedar en la misma donde yo estaba, volteo a verme pero en su mirada pude notar que no le caía del todo bien– él le explicará mejor porque está usted aquí, seguramente la droga la ha dejado así.

Siguió caminando hasta que salió por la puerta principal de la mansión dejando que el sonido de la puerta cerrándose resonara por toda la casa hasta perderse en un punto.

Algo estaba claro y es que ese hombre yo no le caía del todo bien, de seguro debe de tener sus razones.

Baje los pocos escalones que me faltaban, cuando llegue al pie de las escaleras pude notar el sonido de dos voces, eran Steven y Vladimir hablando en la sala tal y como me había dicho aquel hombre.

Cuando entre en la sala la mirada de los dos fue hasta a mí, me senté junto a Steven quien me miraba con aquella expresión neutra.

¿Cuánto fue está vez para que durmieras hasta esta hora?– preguntó en italiano para que Vladimir no pudiera entendernos– ya me estaba preocupando por ti.

Una bolsa completa– baje la mirada.

Despues platicaremos de porque consumiste droga, sabes perfectamente que no me gusta que lo hagas, eso solo te daña y no me digas que fue para evadir los problemas porque sabes que así no se solucionan las cosas– por el momento había terminado su regaño, pero se perfectamente que después seguiría cuando estuvieramos a solas.

Diriji la mirada hasta Vladimir quien nos miraba con un signo de interrogación en su rostro ya que no nos entendía, y al ver su rostro con aquella expresión solo hizo que quisiera sonreír como una idiota pero reprimi aquella sensación.

Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora