Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)

Capitulo 15

Violeta

¡Lo había jodido todo!

Me folle a Vladimir sin llegar a pensar en las repercusiones que dejaría en mi camino, puede que esté haciendo un drama por nada pero es que había sido una completa gilipollas al no haber sido fuerte, no caer ante la tentación y encadenar todo lo que se estaba comenzando a crear en mis adentros.

Pero cuando sentí su mano sobre mi pierna sentí como toda mi piel se erizaba y ansiaba con sentir más de Vladimir, querer sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo y que me besara.

¿Me había vuelto estúpida?

Necesitaba encerrar todo esto que comenzaba a sentir, nada de esto podía salir a la luz o todo se me joderia, se iría a la mierda y muy probablemente no conseguiría lo que tanto quiero solo porque estoy empezando a sentir atracción hacia un hombre. Porque nadie puede sentir amor en tan poco tiempo. Eso es imposible.

Ya había experimentado eso una vez y todo había salido mal, todo se desmoronó en un solo segundo y ya no hubo marcha atrás, ahora estaba todavía a tiempo de no caer en el acantilado donde solo los estúpidos se dejan caer sin saber si abra algo que los proteja.

¿Quién me dice que Vladimir es un príncipe y no el villano de mi historia? Prefiero seguir quedándome con la duda antes que responder a esa pregunta.

Me quedaré con aquella pregunta en la mente y seguiré con todo lo que había planeado, en cuanto consiga Londres Vladimir saldrá de mi vida y es solo cuestión de días para que pueda olvidar aquellas sensaciones que me hacía sentir.

Ya lo había conseguido una vez con alguien más, dejar de pensar en él, no habrá mucha diferencia cuando suceda con Vladimir, y además estoy a tiempo de guardar todo lo que nunca debe de volver a salir a la luz.

Deje el vaso de whisky sobre el escritorio, deje que mi espalda se recargara sobre el respaldo de la silla y mi mirada se perdió en los cubos de hielo que chocaban entre si.

–¿En qué piensa esa cabecita?– no me di cuenta en que momento Steven se sentó en la silla detrás del escritorio con los brazos cruzados.

–En que fui una verdadera estúpida– hice un mohín– ¿Alguna vez has cometido alguna cosa de la que te quieres arrepentir pero no puedes?

–Nunca he experimentado eso– negó varias veces con la cabeza ladeada– ¿Qué es eso de lo que te arrepientes?

–Me folle a Vladimir– cubrí mi rostro con las manos.

Con Steven podía tener mucha libertad en el momento de hablar, había veces en las que incluso hacia que él me callara por todas las gilipolladas que decía y hacían que él se pusiera como un tomate.

–¿Te arrepientes porque eso no era parte de tu plan, o por otra cosa?.

–¡No lo se!– puse mis manos sobre el escritorio y deje que mi barbilla se apoyará sobre uno de mis brazos– pero es que con Vladimir fue diferente, en algún punto me hizo sentir como aquel hijo de puta, pero fue una sensación completamente diferente y eso me está volviendo loca.

–¿Te gusta Vladimir?– arqueo una ceja.

–Creo que siento atracción hacia él, o quizás solo es la necesidad de no sentirme sola por un tiempo o simplemente me estoy volviendo una loquita del centro– hice un puchero– pero de algo estoy segura y es que fue algo más fuerte que lo que me hizo sentir...– deje la frase en el aire, no podía terminar de decir su nombre sin que su recuerdo viniera a mi cabeza.

Soy una imbécil por todavía no haberlo olvidado.

–Violeta, está bien que te guste alguien, incluso llegar al punto del enamoramiento, no le tengas miedo a eso– acaricio mi cabellera.