Violeta
–He vuelto al equipo de Vladimir– anuncio Diana del otro lado de la línea telefónica.
–Bien– asentí– ¿Vivirás en su mansión?
–No– su voz decayó– le dejé en claro que no quería nada que ver con él.
–Muy bien Diana, sigue así y todo acabará muy pronto– colgué la llamada dejando el teléfono sobre el escritorio.
Fue tan fácil manipular a Diana para que hiciera lo que yo quería, apartarla de mi camino sin la necesidad de mancharme las manos de sangre para después aplastarla como un insecto.
Pero ahora iba por mi mayor carta, Vladimir. A partir de hoy solo tengo dos meses para hacer que caiga ante mi.
He perdido mucho tiempo con solo indirectas y planear todo a la perfección, crear estrategias por si algo sale mal o por si la estúpida de Diana decide traicionarme hacerla quedar a ella mal.
Tengo todo tan bien planeado que nada se me puede salir de las manos, tengo cada palabra medida, cada acción y hasta cada respiración que daré cerca de Vladimir.
Este será mi mayor juego, aquel que me lleve a la cúspide donde siempre debí de haber estado.
____
Había llegado el día, hoy iría a aquella cita con Vladimir, le había dejado bien en claro en aquella nota que sería una noche emocionante. En esta cena daría todo de mi para hacerle entender que estoy interesada en él.
Mire una última vez en el espejo mi cuerpo, llevaba un vestido de un tono verde vibrante con un diseño ajustado que resalta mi figura, me llegaba por encima de las rodillas. Es sin hombros y con una abertura en el muslo izquierdo.
Había planchado mi cabello para que estuviera liso y lo hice en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos, al igual que usaba un maquillaje sutil y sin la necesidad de que fuera cargado.
Hoy necesitaba impresionar a Vladimir más que otros días, sentir su mirada solo sobre mi y hacer que fantaseara con llevarme a su cama.
Me quedé al pie de las escaleras mirando el jardín a mi alrededor, solté un suspiro dejando que todo el aire que retenía en mis pulmones saliera, varios de mis hombres ya me esperaban en una de las camionetas.
Llevaría muy pocas seguridad para darle entender a Vladimir que no quiero ser su enemiga, en esta ocasión Steven no me acompañaria. Tuve que mandarlo a Milán para resolver algunos asuntos con el cargamento que sería enviado hasta Colombia está misma noche.
Pero la verdad es que está noche todo estaría relajado, no habría balas o un solo muerto porque eso solo dañaría mis planes, y no quiero alejar por el momento a Vladimir.
Me subí en mi coche en la parte del piloto, espere a que abrieran las puertas del portón para poder salir y detrás de mi mis hombres.
El trayecto al restaurante fue tranquilo, como si fuera una persona más en este mundo que solo va a buscar diversión por una sola noche.
Estacione el coche frente a la puerta del restaurante, baje y le di las llaves a unos del valet parking para que se llevarán mi coche, ordene a mis hombres que se quedarán en la puerta mientras esperaba a Vladimir y que no se movieran a menos de que vieran algo fuera de lo normal.
Entre en el restaurante y el anfitrión me llevo hasta una de las mejores mesas, aquel lugar estaba completamente solo porque yo había pagado para que fuera así. No quería que nadie estuviera a mi alrededor cuando estuviera junto a Vladimir.
Me senté en una de las sillas esperando por él, un mesero me dio una copa de vino que tome entre una de mis manos para darle un pequeño sorbo.
Estuve por algunos minutos solo viendo aquella copa de vino entre mi manos, viendo el líquido rojo que la llenaba.
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Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)
SonstigesSiempre me habían dicho que el amor puede surgir en cualquier lugar, pero.. ¿También puede surgir en dos egocéntricos que no quieren que nadie esté por encima de ellos? Tienes que descubrirlo en un mundo lleno de traiciones, amor y sobre todo... Pas...