Capitulo 29

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Violeta

Termine por ponerme el tacón y me puse en pie, cuando estuve a punto de dar el primer paso sentí como una mano se aferraba a mi muñeca haciendo que mis pasos se detuvieran.

–¿A dónde vas?– preguntó Thiago con la voz ronca y adormilada.

Se sentó en la orilla de la cama, su cabello estaba más desarreglado de lo normal y los ojos los tenía hinchados por haber dormido.

–Eso no te incumbe– intente soltarme de su agarre pero él de un movimiento hizo que me sentará sobre una de sus piernas.

Sus manos rodearon mi cintura y dejo reposar su cabeza sobre uno de mis hombros, su respiración iba al compás de la mía.

–¿Por qué no te quedas un rato más? Solo un poco– murmuró cerca de mi oído.

–Tengo asuntos más importantes que tú, no pienso perder más mi tiempo contigo– intente levantarme pero me lo impidió– sueltame o te juro que te doy una patada en los...– me interrumpió.

–Mi azul, tenemos muchas cosas de las que hablar– elevó el rostro encontrándome con aquellos dos ojos verdes que me hicieron estremecer– de lo que sucedió aquel día.

–Todo quedó dicho ese día– desvíe la mirada al frente.

–Keyli– murmuró mi nombre tal y como lo recordaba que lo hacía.

–Ese nombre ya no forma parte del mío, hace muchos años que dejó de pertenecerme.

Retire su mano de mi piel, sintiendo una sensación de soledad, me puse en pie frente a él y lo encare con la peor de las miradas que pude tener. Aunque por dentro me estaba rompiendo en mil pedazos.

–¿Por qué te lo quitaste?– frunció el entrecejo.

–Tu me lo robaste, me dolía escuchar, escribir e incluso recordar aquel nombre, pero eso no fue lo único que me robaste hace diez años, sino también el corazón, mi felicidad e inclusive en algún punto las ganas de vivir, así como también un sueño que murió y me deshice de él hace diez años porque no quería tenerlo conmigo si tú no estabas a mi lado.

–¿De que hablas?– se puso en pie, me quiso tomar de los hombros pero di un paso hacia atrás.

–No vale la pena que lo sepas, eso ya fue hace mucho tiempo y por más que hagas nunca volverá– sonreí a medias con melancolía de tan solo recordarlo.

Gire sobre mis zapatos y comencé a caminar, aunque cuando tuve la perilla sobre mi mano sus palabras hicieron que un hueco se formara en mi estómago.

–Te amo, mi azul.

Volte a verlo unos cortos segundos.

–Deje de ser tuya hace mucho tiempo– y salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mi.

Sus palabras rebotaban por toda mi cabeza, todavía podía recordar la primera vez que esas dos palabras habían salido de su boca, el primer beso, la razón del porque me había puesto “azul", la vez que me entregué a él y aquella maldita noche donde todo se fue a la mierda.

Cuando llegue al estacionamiento Steven me esperaba recargado sobre una de las puertas del coche, cuando me vio entro en la parte del piloto y espero a que yo subiera en la parte del copiloto.

Podía notar su mandíbula marcada, toda su expresión facial detonaba irá, porque él más que nadie sabía perfectamente lo que había sufrido por Thiago.

–Prepara el jet, nos iremos en cuanto le diga la verdad a Vladimir– mire a través de la ventana como íbamos pasando los edificios.

–¿Es por Thiago?– pregunto de forma cruda– ¿¡Acaso ya olvidaste lo que te hizo!?¡¿Ya olvidaste todo lo que lloraste por él y lo que tuviste que hacer?!

Dominio oscuro: La pasión encadenada (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora