Camila.
-¿Te ha vuelto a escribir Jackson?- me pregunta Ali.
-Me ha llamado un par de veces - confieso yo. Cuando veo su cara de espanto me apresuro a añadir: pero no sé lo he cogido - frunce el ceño -. Ni una sola vez.
-Lo estás haciendo muy bien Cam - sonrió ante el comentario. Han pasado dos semanas desde que dejé a Jackson, han sido complicadas pero a la vez me he sentido mejor, más libre, querida y feliz, mis niveles de ansiedad han bajado notablemente, aunque eso también se lo debo a Alana. No se ha quitado de encima mía en ningún momento, ha estado aquí, le he llorado y llorado, hasta me ha confiscado el móvil para que no caiga en la tentación de escribirle, yo sé que lo hice bien, y que debería haberlo hecho antes pero no quita que duela. Hemos hecho ya dos bilecturas y vamos a por la tercera.
-Vas a terminar enamorándote de la lectura - digo con sorna.
-Voy a terminar enamorándome de ti Cam - me dedica una sonrisa ladeada y yo noto como se me para el corazón por unos segundos. Lo ha dicho convencida, con un tono serio y eso me confunde. No voy a dejar que vea como me afecta el comentario.
-Ya lo estás, no mientas - intento devolvérsela.
-No más que tú de mí.
Ya vale, ¿no ves que a este juego perdemos siempre?
-Para qué mentir - bromeo en un intento de menguar el sentimiento que no para de crecer dentro de mí. Cada una devuelve la atención a su libro.
-Hoy hace un mes desde qué me operaron - me sorprende el comentario.
-Eso significa que solo te quedan dos para empezar la rehabilitación, alegra esa cara Ali.
-Ya joder pero es que me da muchísimo miedo - lo dice de verdad con un gesto torcido.
-Joder normal, yo estaría acojonada, pero sé que va a salir bien, que vas a estar bien - sin querer darme cuenta me he acercado a ella y tengo mi mano apoyada en la suya. Ella me mira fijamente y yo entreabro los labios inconscientemente notando como su mirada se posa en ellos, mi temperatura corporal va subiendo, de repente hace calor y mi habitación sé me queda pequeña. Está demasiado cerca y a la vez no lo suficiente.
-Tus ojos combinan con tu pelo.
-Me lo has dicho varias veces.
-Y tus pecas forman una constelación - añade sin apartarme la mirada.
-¿Ahora te gusta la astrología? - dejo escapar una risita.
-Me gustas tú - lo deja caer como si a mí no fuera a afectarme - ¿Sabes cuándo me di cuenta de que eras diferente? Cuando conocí a tu familia, amigos y demás, todos se disculparon por lo sucedido con mi pierna, diciéndome que esperaban que pudiera volver cuanto antes a la pista, tú no, no me victimizaste tanto, sí que se te notaba preocupada pero no me bombardeaste a preguntas sobre el tema en ningún momento.
-Temía ponerte incómoda, no sabías quien era y yo no era quién para sacarte el tema. Además que se lo que se siente y lo que molesta que te hablen de algo de lo que tú no quieres saber nada.
-Lo sé, y te lo agradezco mucho Cam - se vuelve un momento íntimo, bonito -. Por eso se me hace tan cómodo estar contigo.
-¿Sabes lo más bonito de conocer a alguien? - me animo a continuar la conversación.
Ya verás que cursilada soltamos por la boca.
-Sorpréndeme.
-Conocer versiones tuyas que ni siquiera sabías que existían, cuando conoces a alguien y creáis un vínculo, es como si hicierais vuestro propio mundo único para vosotros, en el que os entendéis y os ayudáis hasta inconscientemente - me mira, hasta que me siento expuesta, es como si estuviera mirando más profundo de lo que nadie es capaz de mirarme y viera algo en mí que nadie más es capaz de ver.
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Contamos con medio año.
RomanceLa vida de Alana es por y para su deporte, en cambio Camila estudia para poder trabajar en la empresa de su padre. Todo se tuerce tras una lesión, todo se basa en que su padre esté orgulloso. Está en una relación complicada mientras que la otra las...