Capítulo 10-Mi alien.

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Camila.

-¿Te ha vuelto a escribir Jackson?- me pregunta Ali.

-Me ha llamado un par de veces - confieso yo. Cuando veo su cara de espanto me apresuro a añadir: pero no sé lo he cogido - frunce el ceño -. Ni una sola vez.

-Lo estás haciendo muy bien Cam - sonrió ante el comentario. Han pasado dos semanas desde que dejé a Jackson, han sido complicadas pero a la vez me he sentido mejor, más libre, querida y feliz, mis niveles de ansiedad han bajado notablemente, aunque eso también se lo debo a Alana. No se ha quitado de encima mía en ningún momento, ha estado aquí, le he llorado y llorado, hasta me ha confiscado el móvil para que no caiga en la tentación de escribirle, yo sé que lo hice bien, y que debería haberlo hecho antes pero no quita que duela. Hemos hecho ya dos bilecturas y vamos a por la tercera.

-Vas a terminar enamorándote de la lectura - digo con sorna.

-Voy a terminar enamorándome de ti Cam - me dedica una sonrisa ladeada y yo noto como se me para el corazón por unos segundos. Lo ha dicho convencida, con un tono serio y eso me confunde. No voy a dejar que vea como me afecta el comentario.

-Ya lo estás, no mientas - intento devolvérsela.

-No más que tú de mí.

Ya vale, ¿no ves que a este juego perdemos siempre?

-Para qué mentir - bromeo en un intento de menguar el sentimiento que no para de crecer dentro de mí. Cada una devuelve la atención a su libro.

-Hoy hace un mes desde qué me operaron - me sorprende el comentario.

-Eso significa que solo te quedan dos para empezar la rehabilitación, alegra esa cara Ali.

-Ya joder pero es que me da muchísimo miedo - lo dice de verdad con un gesto torcido.

-Joder normal, yo estaría acojonada, pero sé que va a salir bien, que vas a estar bien - sin querer darme cuenta me he acercado a ella y tengo mi mano apoyada en la suya. Ella me mira fijamente y yo entreabro los labios inconscientemente notando como su mirada se posa en ellos, mi temperatura corporal va subiendo, de repente hace calor y mi habitación sé me queda pequeña. Está demasiado cerca y a la vez no lo suficiente.

-Tus ojos combinan con tu pelo.

-Me lo has dicho varias veces.

-Y tus pecas forman una constelación - añade sin apartarme la mirada.

-¿Ahora te gusta la astrología? - dejo escapar una risita.

-Me gustas tú - lo deja caer como si a mí no fuera a afectarme - ¿Sabes cuándo me di cuenta de que eras diferente? Cuando conocí a tu familia, amigos y demás, todos se disculparon por lo sucedido con mi pierna, diciéndome que esperaban que pudiera volver cuanto antes a la pista, tú no, no me victimizaste tanto, sí que se te notaba preocupada pero no me bombardeaste a preguntas sobre el tema en ningún momento.

-Temía ponerte incómoda, no sabías quien era y yo no era quién para sacarte el tema. Además que se lo que se siente y lo que molesta que te hablen de algo de lo que tú no quieres saber nada.

-Lo sé, y te lo agradezco mucho Cam - se vuelve un momento íntimo, bonito -. Por eso se me hace tan cómodo estar contigo.

-¿Sabes lo más bonito de conocer a alguien? - me animo a continuar la conversación.

Ya verás que cursilada soltamos por la boca.

-Sorpréndeme.

-Conocer versiones tuyas que ni siquiera sabías que existían, cuando conoces a alguien y creáis un vínculo, es como si hicierais vuestro propio mundo único para vosotros, en el que os entendéis y os ayudáis hasta inconscientemente - me mira, hasta que me siento expuesta, es como si estuviera mirando más profundo de lo que nadie es capaz de mirarme y viera algo en mí que nadie más es capaz de ver.

Contamos con medio año. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora