Capítulo 26 - El hilo rojo más una denuncia.

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Camila.

Estoy eufórica, las últimas dos navidades habían sido una auténtica mierda, me faltaba mamá en la mesa. Este año es diferente, muy diferente, está Alana.

Alana es todo lo que algún día llegue a soñar.

Vale, no esperaba que me fuera a llegar en forma de mujer, pero hay que dejarse sorprender por la vida, ¿no?

Como ya eran vacaciones y no tenía que acudir a clases me sentía vacía, sin tener nada que hacer, para rellenar esos días hice un calendario de todas las vacaciones con diferentes cosas por hacer. Hoy nos vamos a ir la pista de patinaje de Somerset House, se encuentra a orillas del Río Támesis y es simplemente increíble. Si no terminamos muertas nos iremos a Winter Wonderland, la feria más famosa de Londres.

Esta época del año es mi favorita, por lo menos lo era.

-Alana, date prisa, Oliver y Pili nos esperan en el coche.

No espere respuesta, baje directamente al salón para despedirme de mi padre.

Y de mi tío, sobretodo de mi tío.

-Tener cuidado y si necesitáis algo estaremos pendientes al teléfono - mi padre era una persona bastante fría y reservada y con esa preocupación nos demostraba que le importábamos.

-Iría con vosotros pero...

Noah seguía en recuperación, aún tenía dolores y usaba una muleta como punto de apoyo. Me acerque a darles un beso en la mejilla antes de salir de casa.

-Ali ahora vendrá, está terminando de arreglarse y creo que había puesto a cargar su móvil.

Eso le había dicho, más le valía haberlo hecho.

-Hola familia - interrumpió la tenista casi veinte minutos después.

-¿Has cargado el móvil?

Su silencio me contestó por ella y negué con la cabeza.

Algún día esa irresponsabilidad le pasaría captura.

-Vámonos ya - sentenció una Pilar impacientada.

El coche arrancó y yo lo agradecí en cuanto se puso en marcha también la calefacción.

-Hace un frío de cojones.

Ya me había dado cuenta.

-Perfecto para ir a una pista hecha nada más y nada menos de hielo - se quejó Pili irónicamente.

-Dejar de quejaros que es navidad - les pedí yo. Oliver se mantenía callado, mirándonos con una sonrisa curiosa.

-Esto de las citas dobles va a acabar conmigo.

-Te encantan Oliver - reprochó su novia.

Eso era verdad, mi hermano podía cantar misa que estar aquí le gustaba mucho más de lo que jamás admitiría.

Negó con la cabeza ante el comentario de Pili.

-Poner música.

-Eso - apoyé a Ali.

-Oliver prende la radio.

Mi hermano obedeciendo a las tres mujeres que íbamos en ese coche encendió la radio mientras yo la conectaba a mi móvil y ponía mi playlist.

Sonaron las primeras notas de Dandelions de Ruth B.

Encontré a Alana murmurándola.

-I feel okey when I see you smile, smileeeeee - canté yo mientras la miraba - I think that you are the one for me...

Contamos con medio año. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora