Capítulo 13- Efecto Alana.

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Camila.

Me despierta el sol que entra por la ventana, estoy abrazada a una Alana dormida y semidesnuda, sonrío ante el recuerdo de anoche. Me levanto con cuidado zafándome de su abrazo sin despertarla y me voy a la ducha.

Tres días con el mismo traje, muy higiénico todo.

No necesito quitarme ninguna prenda así que entro directamente en la ducha. El agua caliente me golpea el cuerpo relajándome por completo y dándole a mi mente vía libre para recordar la noche. Aún noto su boca por mi cuerpo, sus manos acariciándome entera, sus ojos sobre mi, mirándome como si quisiera memorizar cada parte de mi cuerpo. Con Jackson siempre me sentía incómoda, nunca estaba conforme con mi cuerpo, a veces demasiado delgada otras con muy poco pecho, siempre encontraba algo, en los ojos de Alana vi deseo, disfrutó mi cuerpo como nadie nunca antes lo había hecho, no me sentí juzgada, su prioridad era yo. Noto mi estómago dando volteretas, como si miles de mariposas estuvieran revoloteando en él.

-CAMILAAAA, ME MEOOOOO - ya está despierta Ali.

Me he dado cuenta.

-Pasa pasa, no te preocupes - entra mientras yo me estoy enjabonando el pelo.

-El cuerpo me lo pido yo - me dedica una sonrisa pervertida.

-Entra.

-¿Me dejas?

-Toda tuya.

Estamos en el bufete libre del hotel, desayunando, con una Mónica enfadada porque Ali ha empezado antes de que ella hiciera su foto.

-Si yo estoy coja y no puedo jugar tú no tendrás fotos para publicar - le saca la lengua.

-Te odio tanto.

-Mentira - la relación de la tenista con Mónica es curiosa.

-Ya compré los boletos para el tren - le dice Pili a Alana.

-¿Podemos hablar en un idioma que entendamos todas? - me quejo.

-Echo de menos hablar en mi lengua y que me entiendan - me echa en cara Pili -. No seas celosa, no le he dicho nada que no sepas.

-Eso - le apoya Ali.

-Alana, ¿vas a comerte todo eso? - le pregunto seriamente. Es una montaña de tortitas que ni siquiera me permite verla.

-¿Dudas de mis capacidades?

-No, la verdad es que no, pero que no te siente mal a poder ser - digo -. Y comparte.

-Quieta. Son mías.

-Como se preocupa - se ríe Pili.

-Se preocupa de que no le roben tortitas - me quejo.

-No podemos volver a perder el tren.

Terminamos de desayunar y nos vamos hacia la estación.

Ya no quiero caminar más.

Pasamos los tickets y nos vamos acomodando.

-YO VOY CON CAM - se adelanta Pili.

-Yo voy con Mónica entonces, mi mejor amiga - dice Ali pasándole un brazo por los hombro a su compañera de cabina, esta se santigua e implora paciencia.

Yo quería ir con Alana.

Pues te jodes.

-Bueno ahora que estamos solas, cuéntamelo absolutamente todo - hace énfasis en la última palabra.

-Bueno, hemos compartido un par de momentos.

-Detalles.

-No me voy a poner a explicar...

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