Capítulo 25 - Divide y vencerás.

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Alana.

Odio el sudor.

De verdad, lo odio.

Uso mi camiseta para limpiar las gotas que caían desde mi frente. Estaba en el gimnasio con Noah.

-¿Estás segura de que volver a Madrid es lo que quieres? - me pregunto mientras preparaba la siguiente máquina que iba a utilizar.

No, es evidente que no quiero volver a Madrid.

Ignorando el nudo que se formaba en mi pecho avancé hacia la barra de las dominadas.

-No es lo que quiero - evidentemente-, pero es lo que debo hacer - digo en un lamento.

Hundo mis manos en talco antes de dar un salto y colgarme fuertemente del trozo de acero.

-¿Cuánto peso quieres en press banca?

-Normalmente doblo el mío, pero no me atrevo.

No era mentira, el miedo me azotaba antes de cada ejercicio que realizaba.

-Empezamos por sesenta - asiento convencida ante la propuesta de mi entrenador.

Mi cuerpo empieza a pesarme cuando alcanzo las quince dominadas, mis hombros se quejan al igual que mis brazos y manos pero siendo una puta masoquista he de decir que he echado de menos la sensación.

Hoy hemos empezado pronto, tras dos horas y media en la pista de tenis hemos venido a hacer algo de físico.

Me noto oxidada y no me gusta.

No me gusta absolutamente nada.

-¿La decisión ha sido tuya o de tu padre? - se me encone el corazón cuando la figura de mi progenitor hace presencia en mi mente y rápido aparto la imagen de mi cabeza.

-He elegido mi carrera, no hay más que hablar.

Mentira.

Tengo miedo.

Quiero continuar el tenis desde aquí, aquí con Camila.

No soy lo que necesita, no podrá ser mi prioridad.

-No creo que sea para tanto. Tú puedes quedarte.

No lo hagas Noah, era el pensamiento que no salía de mi cabeza.

Vente conmigo.

Mejor, nos quedamos los dos.

-Yo voy donde estés tú - su mirada se posa en mi intensa, llegando a lo más profundo de mi pobre -. Otra cosa es que me parezca bien lo que vas a hacer.

No puedo permitir que me alejen de mi futuro, que me distraigan. Ni siquiera la chica de ojos miel que combinan con su pelo, exageradamente preciosa y que remueve cada célula de mi ser.

Mi vida está en Madrid.

Y el amor de esta se queda aquí, en Londres.

Es un puto atentado contra mi misma. Estoy jodida y además de verdad.

-No puedes hacer esto Ali, te quiere.

Y yo a ella, no te jode.

Give me love de Sia suena en mis auriculares distrayéndome.

Contamos con medio año. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora