LA BODA

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—No debería consentir que salgas luciendo así

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—No debería consentir que salgas luciendo así.—expresó mirándome lleno de lujuria y me aterró pensar que quizá el vestido era demasiado seductor.

—¿No te parece adecuado para la ocasión?—me observé una y otra vez frente al espejo y sólo podía reconocer la obra maestra que Ghail había diseñado para mi. El hermoso color azul cielo claro, combinaría perfecto con el mar, dado que la boda sería en la playa ¿Podían ser más románticos?

La tela era ligera y fresca, ideal para el clima, tenía un escote en forma de corazón y en la falda una abertura hasta mi muslo que le daba el toque sexy que sin duda era la marca personal de Ghail.

—Es perfecto, preciosa.—me aseguró abrazándome de espaldas y ambos observando mi silueta en el espejo.—Se suponía que Bella fuese el centro de atención hoy, pero contigo allí, será imposible fijarse en alguien más.

—Que cumplido tan encantador.—sonreí dándome vuelta y besando sus labios. El alargó un poco más el beso dándole ese toque sensual que sólo él sabía, suspiró en mi boca y pego su frente con la mía.

—April, si aprecias mi poca cordura, te pido por favor que no te alejes de mi hoy. Mantente lo más cerca posible ¿Puedes?—era la primera vez que le escuchaba decir "por favor" y la necesidad en su requerimiento me demostró lo importante que era.

La verdad es que también estaba hastiada de tanta confrontación, rivalidad y problemas familiares sin resolver que no me incumbían en lo más mínimo. Así que sí, me dedicaría a pasarla bien con Ethan y haría oidos sordos a las insinuaciones de quien fuese.

—Lo prometo.

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La boda se realizó en una fascinante playa de arena blanca, frente a un espectacular mar azul vibrante y sereno con los rayos del sol iluminando aquella preciosa escena.

Bella lucia impresionante con su traje de novia, Nick como todo un príncipe, no pudo contener las lágrimas al verla y fue un momento conmovedor para todos, Ethan a su lado mantuvo su vista fija en mi durante el recorrido de Bella al altar. No voy a negar que pude fantasear con nosotros así en un futuro, sonreí ante aquella imagen y él me devolvió una sonrisa ladeada que me hacía jurar que ambos pensamos lo mismo.

Los votos de Bella y Nick fueron hermosos, ambos parecían estar sumergidos en sus sentimientos sin nadie alrededor. Me sentí feliz de estar allí y presenciar ese lindo acto de amor.

El cura los declaró marido y mujer y avanzaron el uno hacía el otro fundiéndose en un beso que sellaba su pacto de amor, los presentes estallamos en aplausos celebrando con euforia, lágrimas y sonrisas su unión.

Luego de ello nos reunimos en un preciosa terraza abierta con vista a la bahía, decorada con delicadas flores tropicales y tejidos, un lindo arco floral como decoración principal iluminado por una tenue luz dorada. Las mesas con manteles blancos, velas en candelabros y ramos de flores en tonos blanco, rosa y coral. Todo parecía sacado de un cuento de hadas.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora