Intrusión

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Cuando rompimos el idilio,
una ciudad en ruinas
emergió bajo dos ojos
apagados.

Dios descendía desde la cumbre
hacia su casa,
que caía por el paso de los años.

¿Puede ser la incertidumbre
el incendio de la mano de un extraño?

Mi calma es transitoria,
suele volver un temor vernáculo
a llenarme el piso de escoria.

Es un perro escarbando
cadáveres del patíbulo
de mi memoria.

Retales de un hombre polillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora