Charoen necesita urgentemente que alguien le enseñe todo sobre anatomía antes de su examen.
Y Ongsa es tan amable que vendió a su hermana a cambio de un helado.
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Amar es lo más maravilloso y a la vez lo más doloroso que le puede pasar al ser humano.
Cuando amas, nunca sabes a qué te vas a enfrentar, no sabes qué te depara el futuro con la persona que roba tus sueños.
Y al final del día resulta ser eso; un sueño.
― ¿Charoen? ―
― ¿Uhm? ― Tinh estaba preocupado por su amiga.
Llevaba cuatro días y medio sin poder comer demasiado, sin hablar más que monosílabos, ni siquiera había asistido a la escuela por estar encerrada en su casa.
Al principio se sintió enojado porque se esforzó mucho en alistar lo que usaría Charoen, pero cuando la profesora entró al salón diciendo que su amiga había pedido permiso por dos semanas, él realmente se sintió preocupado. Las clases pasaron muy lento ese día, él casi se salta la última clase con tal de ir a buscarla, pero cuando llegó la hora de salida y logró correr a la casa de la bajita, Tinh se sorprendió cuando vio a Alpha salir de ahí con los ojos llorosos.
― Charoen, necesitas hablar con nosotros. Dime la verdad, ¿Mi hermana hizo algo que te incomodó cuando vino a verte? ― Ongsa había llegado a su casa de imprevisto, aprovechando que el chico había salido a comprar algo.
Tinh llegó poco después con mucha comida, intentando por todos los medios posibles que su amiga ingiera alimentos.
Al final fue Ongsa quien terminó comiéndose todo con la excusa más barata que alguna vez alguien escuchó.
Es que me da pena que se desperdicie.
― No. ―
― Esa es una gran información, creo que he resuelto los traumas de toda la humanidad con tu cantidad excesiva de palabras. Por favor, cállate un momento, no se te vaya a secar la garganta. ―
― Tinh, no es el momento. ―
― ¡Pero ella no habla! ―
― ¿Es necesario que estén en mi casa? ―
― Eh, ¿Sí? Es decir, Tinh trajo comida y yo mi presencia, ¿No es lo más hermoso que puedes tener? ―
― Charoen, somos tus amigos, y apuesto que somos tus favoritos. ―
― Tampoco tengo más. ―
― ¡Tu problema es con Alpha! ― La de trenzas solo suspiró.
