Charoen necesita urgentemente que alguien le enseñe todo sobre anatomía antes de su examen.
Y Ongsa es tan amable que vendió a su hermana a cambio de un helado.
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― Si le vemos el lado positivo a esto- ―
― Tú y tu lado positivo. ― Alpha se miraba al espejo sin saber si debería llorar o tirar a Luna por la ventana. ― ¡Ni siquiera lo cortó bien! ―
Cuando Ongsa se fue, Luna la persiguió por toda la casa, y lamentablemente fue muy lenta para escapar.
Incluso con las múltiples disculpas de Alpha, Luna no se detuvo hasta que le cortó el cabello y le dio tres golpes en la cabeza.
― Estoy horrible. ―
― Pues casi ni se nota... ― Ongsa trataba de que su hermana no se desanimara.
Sí, se veía terrible, es más, estaba segura de que le quitaría el trabajo a la llorona si salía a altas horas de la madrugada, pero su trabajo como hermana menor era animarla y hacerle sentir que incluso con un corte de Chuky electrocutado podría conquistar al amor de su vida.
― Charoen ni siquiera lo notará. ―
― ¡Dios! ¡Charoen no se acercará a mí a partir de ahora! ―
― Si te soy sincera, ni una hormiga se acercaría a ti con ese corte. ―
― ¡Dijiste que no se notaba! ―
― Ah, cierto. Es que por un momento pensé que me ibas a asustar si te decía la verdad. ― Alpha tomó un zapato para tirarselo a la cara, fallando en el proceso.
― Ojalá Sun te pegue cada día más. ― Le sacó la lengua y volvió a mirarse en el espejo, quejándose por varios minutos antes de la llegada de su madre.
― ¿No deberían estar en la escuela? ― Su madre entró a su habitación sin percatarse del desastre que era el cabello de su hija mayor.
― ¿No estás siendo muy cruel? Mira a Alpha, ni siquiera es Halloween para que vaya a asustar a los estudiantes. ―
― ¡Ya déjame en paz, por favor! ― Ahí lo notó.
Alpha tenía el cabello completamente disparejo, parecía una escalera que dejaba tres escalones por cada uno, y en la parte de atrás, se veía que tenía un gran hoyo donde se lograba ver su cuero cabelludo.
― Mamá... ¿Realmente me veo mal? ―
― Te estás mirando al espejo y le preguntas lo obvio. ―
― ¡Dije mamá, no niña metiche! ―
― ¡Háblame bonito porque lloro! ―
― Alpha, hija... ― Ambas chicas dejaron de pelear para mirar a su madre, quién parecía haber recibido la peor noticia del mundo. ― Te preguntaré algo y quiero que seas sincera conmigo. ―
― Claro, ¿Qué pasó? ―
― ¿Consumes drogas? ― El llanto de Alpha fue opacado por las ruidosas carcajadas de Ongsa.
