Después de una hora la película acabo, cada uno se fue a su habitación no era tan tarde apenas las 6:40 p.m pero querían descansar y a Jeon se le ocurrió salir por la ventana de la habitación de Yoongi, este lo miro desconectado.
—. ¿Que haces?— le gritó y lo tomo de la cintura antes de que saliera.
Jeon se volteo hacia él.
—. Mira el atardecer, pienso tomarle unas cuantas fotos.
—. Oh... ¿Puedo ir?
—. Si.
Los dos saliendo al tejado de la casa de los Min, después de unos minutos solo empezaron a contemplar el atardecer... Entonces Yoongi pensó que era el momento perfecto para entregarle lo que le havía comprado.
—. Kookie...
Jeon lo volteo a ver, era la segunda vez que lo llamaba así, y no podía evitar su emoción.
—. Mira... Te compre esto espero te guste.— Yoongi empezó a sacar una cajita que tenía en la bolsa de su chamarra y la abrió.
Dentro avía una cadenita con un pequeño dije... Un dije en forma de su flor de nacimiento lo cual hiso que se sorprendiera.
—. ¿Pero como supiste cuál era mi flor de nacimiento?
—. Cuando tu padre mando tus papeles, sin querer los vi y... Pues supe cuando es tu cumpleaños.— Min agacho la cabeza apenado.—. ¿Te gusta?
Jeon miro más a detalle el dije y pudo ver qué por detrás de este estaba la direccion de la casa de los Min y su nombre, su nombre verdadero junto con su apodo, sonrió por eso y miro a Min.
—. Me encanta, gracias Yoonie. — . El rubio se sonrojo ante el apodo y agacho la cabeza, pero la alzó de inmediato al recordar algo.
—. Déjame colocartela.— le sonrió entusiasmado aún con las mejillas sonrojadas.
Jeon solo asintió, era un momento lindo, los dos con los corazones acelerados, las manos temblorosas y sonrojados y de fondo gracias a su vecina se podía escucha la canción de Golden Hour.
—. Me encanta esa canción.—. susurró Jeon.
—. A mi también.— y termino por colocarle el collar al pelinegro, se sentó a su lado y sin pensarlo los dos ya estaban tomados de las manos y tarareando la canción.
—. ¿Dónde están? —. Se escuchó gritar a la madre de Yoongi dentro de la habitación.
Los dos se miraron y sonrieron, no tenían escusa para estar ahi, Yoongi dejo de mirar a Jeon cuando sintió que su celular vibraba en el bolsillo de su pantalón, era su madre, contesto.
—. ¿Donde están, salieron?
—. Sí, estamos en el parque, llegamos en 20 minutos.
—. Esta bien, cuídense.
Ese día y hora Jungkook lo catalogoria como dorada, por la cabellera de Yoongi contra el sol del atardecer, su maravilloso brillo, el hermoso cielo, la canción de fondo y el hermoso dije dorado que le había regalado Yoongi.
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