IV. LA TARDE

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Llamamos al timbre y al abrir nos sorprendimos.

- Hola chicas cuanto tiempo desde la última vez que nos vimos.

- Hola Lamine, si mucho tiempo.

- ¿Qué pasa chicas?

- veníamos a pediros que bajarais la música que son las tres de la mañana y queremos dormirnos porfa.

- Oh si es que estamos haciendo una pequeña fiestecilla y se nos ha ido un poco de las manos, están esos que parecen terremotos.

- No pasa nada entiendo que hagáis fiestas somos jóvenes.

- Bueno chicas os dejo que tengo que cuidar a los chicos, aunque sea el menor de todos ellos y no os preocupéis que ahora bajó el volumen. Descansad.

- Buenas noches seguir pasándolo bien.

Volvimos a casa y al poco rato nos dormimos estábamos cansadas de todo el día.

A la mañana siguiente me desperté bastante tarde sobre las dos y algo, pero es que había pasado una noche bastante malas no había parado de tener pesadillas. Cuando bajé estaba Lucía haciendo la comida,

- Buenos días Lu

- Buenos días cariño, ¿Cómo has dormido?

- Bastante mal la verdad, no he parado de tener pesadillas.

- Pues imagínate si hubiéramos dormido con la música.

- No me lo quiero ni imaginar.

- Le quedan diez minutos a la comida, sube a cámbiate si quieres.

- Vale, ahora bajo.

Subí me pegué una ducha rápida, me puse algo cómodo no tenía intención de salir de casa. Escuché un grito de Lucía desde mi habitación, bajé comimos y nos pusimos a tomar el sol.

*Lamine

Me despertado sobre las una y media y al bajar no había nadie despierto como suponía recogí un poco todo a que anoche quedo bastante desordenado. Espere a que bajaran los chicos, fueron bajando y cuando bajo el ultimo Gavi como siempre, sin duda el que más duerme, les empecé hablar.

- Chavales, escucharme.

- que pasa bro. – dijo Héctor.

- anoche tocaron el timbre porque estábamos molestando con la música y querían dormir.

- y que hay de especial, normal que tocaron con la que armamos. – contesto Pedri.

- pues que no fue un vecino cualquiera.

- y quien era entonces porque no se ha mudado nadie que nosotros sepamos. – volvió hablar Pedri. – lamine nos vas a decir quien vino a tocar al timbre o lo tenemos que adivinar.

- eran Lucía y Leila las chicas que conocimos en Sevilla y que por la noche fuimos a la discoteca con ellas.

- pero, ¿qué hacen ellas aquí? – dijo Gavi.

- no sé, lo único que sé es que son nuestras vecinas.

- ¿nuestras vecinas? Imposible. - siguió hablando Gavi un tanto sorprendido.

- si nuestras vecinas, y he pensado en invitarlas a pasar la tarde y a cenar para que vosotros también las volváis a ver.

- me parece buena idea. – hablo Ferrán y todos los demás afirmaron.

- pues escribo a Leila y la digo que luego vengan. Asique vamos a terminar de limpiar la casa que la dejasteis ayer llena de mierda.

* Leila

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