Seguían pasando los días, yo seguía en la cama llorando, no levantaba cabeza, seguía pensando que todo era mi culpa por ponerme borracha. Lucia estaba todo el día llamando a mi puerta, pero yo no la abría la puerta ni la contestaba y si lo hacía era con monosílabas. No soportaba la idea de que mi gente cercana me viera derruida, avergonzándome de misma, con las marcas por todo el cuerpo, dándome asco. Lo único que tenía claro es que quería arrancarme la piel, me sentía sucia aun duchándome casi 15 veces al día, no podía con mi cuerpo, estaba sin fuerzas y con unas ganas inmensas de llorar todo el rato, pero de tanto llorar durante horas, me dormía y no era lo mejor porque me levantaba con pesadillas de esa noche. Había pasado casi una semana entera, y yo todavía no había salido de mi cuarto desde que me encerré cuando llegué a casa, no tenía hambre, había adelgazado cinco kilos en seis días, pero eso no era lo peor empecé a cortarme, aunque luego alguna que otra vez me arrepentía de hacerlo, pero es mi forma de sentirme mejor dentro de toda la mierda de vida que tengo ahora mismo.
Llevaba días pensando en el porqué de todo esto y por más que le daba vueltas a la cabeza no lo conseguía sacar. Estaba empezando a torturarme a mí misma con esa noche, ya lo había echo otras veces desde que paso, pero no al nivel de esta última. Cada vez tenía más recuerdos e imágenes de esa noche y eso no me beneficiaba para nada.
Ahora estoy llorando bajo la ducha, cada vez que me veo en el espejo o en la duca y me veo todas las marcas, me entran ganas de suicidarme, no puedo con esta situación. Al salir de la ducha, me pongo unos pantalones argos de chándal y una sudadera, y me vuelvo a meter en la cama tapándome hasta arriba. Al rato llaman a la puerta y como no es Lucía.
- Leila, abre la puerta por favor, llevas casi una semana encerrada en tu cuarto. – dice, pero yo la ignoro. - ¿Qué te pasa? Cuéntamelo por favor. – sigue hablando, yo la escucho y lloro mas todavía, no tengo ganas de hablar con nadie ni siquiera con ella, que sé que no me juzgaría por nada en el mundo, es mi mejor amiga desde pequeña y siempre nos hemos contado todo, pero esto, esto es un tema que no tengo ganas de contárselo a nadie, prefiero comérmelo yo sola. – Leila, hazme el favor, necesito saber qué te pasa, llevas una semana sin salir de la cama, sin salir de tu cuarto, sin comer nada, lo único que se de ti este que duchas muchas veces durante el día porque oigo la ducha. – sé que puedo confiar en ella y que, si se lo cuento no se lo dirá a nadie, pero no puedo, no se me está haciendo fácil asimilarlo para que se lo tenga que contar a otra persona en alto. – Lei, me ha llamado tu madre preocupada porque no la coges el teléfono desde hace días, los chicos también me han dicho que no les contestas y yo no puedo seguir sin saber nada de lo que te pasa. – finaliza de hablar.
Cojo el móvil no tengo ganas de hablar, y nada más encenderlo miro todos los mensajes de mi madre, de los chicos en especial de Héctor y de pablo y por supuesto de lucia, que, aunque viva conmigo sabe que si no la contesto en persona puede que lo haga por teléfono. Escucho como sus pasos se alejan de la puerta de mi cuarto y eso me hace suspirar, no aguanto mas.
Eran las diez de la noche, y vuelvo a escuchar mi puerta sonar.
- Leila, ábreme por favor, necesito hablar contigo. – no sabía muy bien quien era, pero al final caí.
- Pablo vete no quiero hablar contigo. – le digo con una voz apenas con fuerza.
- ¿Qué te pasa Leila?, llevas días así, no me contestas tampoco estoy preocupado. – me dice como ¿triste?
- Pablo vete, no insistas. – le vuelvo hablar.
- No me voy a ir hasta que me abras la puerta y me digas que te pasa y porque no sales de tu cuarto.
- Gavi, por favor no hagas esto más difícil y vete. – le contesto algo más seria, pero sin fuerza en la voz.
- No, dime que te pasa.
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TODO LO QUE HAGO ES POR TI
FanfictionLeila se muda a la ciudad donde quiere vivir desde pequeña, Barcelona, con su mejor amiga Lucía, pero algo la hace cambiar el rumbo de su vida cambiándosela por completo en poco tiempo.