XII. EL MENSAJE

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Hoy era sábado, habían pasado casi cuatro días desde que Pablo se fue de casa medio enfadado, le había escrito muchas veces a lo largo de estos días para hablar con el sobre lo que dije, pero no me contestaba, ni a los mensajes, ni a las llamadas, ni quiso verme, ya que fui un par de veces a su casa para hablar con él, pero los chicos me decían que no quería verme. Creo que lo que dije no es tan malo como para no querer verme, simplemente me cuido ¿no?

Sabes de que le hiciste daño con esas palabras por eso se fue así.

Puede ser que lo dijera un poco con sangre fría pero no estoy preparada para que me haga daño él no. Ya sufrí mucho cuando Alex me hizo daño y no estoy dispuesta a que me lo vuelvan hacer, sé que él no es capaz, pero prefiero asegurarme de que no me lo va hacer antes de que me destroce.

Baje a la cocina estaban Pedri, Lucía y Lamine.

- Buenos días chicos. – les dije entrando.

- Buenos días. – me contestaron los tres al unísono.

- ¿Quieres algo de desayunar Lei? – me pregunto Lucía.

- No, no tengo hambre. Me voy a tomar un Bifrutas y ya. – seguí. - ¿Qué hacéis aquí chicos?

- Le estábamos diciendo a Lucía que hoy vamos a salir de fiesta por la noche, ya que ayer jugamos y ganamos tenemos que celebrarlo y como no entrenamos hasta el lunes por la tarde tenemos tiempo de descansar. - me contestó Lamine. - ¿Te vienes?

- ¿Quiénes vais? – pregunté.

- Vamos Lamine, Ferrán, Fermín, Pablo, una amiga suya, Héctor, Joao, Marc y Balde y Lucía. - me dijo Pedri.

Cuando escuche que pablo iba a llevar una amiga mi mente dejo de escuchar lo que seguía diciendo Pedri. No entendía tan rápido me había sustituido Gavi, había estado estos días detrás de él durante todo el día, para que me cambie por otra, pues no debería haber hecho nada. Estaba a punto de llorar no paraba de imaginarme a Gavi con su amiga de todas las formas posibles que había en el mundo, a mí no me paraba de joder cada vez más que esa chica no fuera yo.

- Lo siento chicos, pero no voy. – hable yo casi llorado.

- ¿Qué? ¿Por qué? – me cuestiono Lucía.

- No me apetece salir.

- Pero vente que lo vamos a pasar bien. – intento convencerme Pedri y Lamine afirmaba con la cabeza.

- Bueno pues mañana me contáis los detalles. – zanje el tema.

Me subí a mi cuarto, no paraba de darle vueltas a lo de la amiga de Gavi entendía que fuera su amiga, pero mi mente la veía de todo menos su amiga. Me dolía que estuviéramos distanciados, le quería lo suficiente como para saber que le quería tener todo el rato conmigo a mi vera y que por muchos problemas o discusiones que tuviéramos yo iba a estar a su lado.

Decidí meterme a la ducha para dejar de sobre pensar todo este tema, por lo que me metí al baño puse la música a tope y me di un baño con espuma para relajarme.

Cuando salí del baño me encontré a una Lucía tirada en mi cama.

- Tía vente a la fiesta.

- Ya he dicho que no me apetece salir.

- Ya, claro y yo me lo tengo que creer.

- Pues me da igual si te lo crees o no, es la verdad.

- Sé que no vas porque no quieres ver a Gavi con su amiga.

- No, simplemente me apetece quedarme en casa.

- Leila, sabes tanto como yo que lo que estas diciendo es mentira.

- Vale, no puedo soportar la idea de ver a Pablo con otra. Llevamos cuatro días sin hablar porque no me contesta ni a los mensajes ni a las llamadas y que ahora tenga a otra no me hace ni puta gracia la verdad.

- Lo sé, por eso he venido a decirte que te vengas, te pongas tu mejor vestido y que vea lo que se está perdiendo.

- A esa no es del todo mala, porque no me había ocurrido antes.

- Porque aquí la que tiene las buenas ideas soy yo, admítelo.

- Nunca.

Al final termino convenciéndome, así que después de estar buscando durante una hora junto a lucia el mejor vestido de todo mi armario, que para decir, no era pequeño, encontramos uno largo negro con purpurina plateada y la espalda descubierta que a decir verdad me hacía un cuerpazo, me planche el pelo y me hice dos trenzas pequeñas junto a la raíz con pequeñas decoraciones, me maquille no mucho más de lo que me hacía normalmente, me puse el vestido y unos botines negros, una chaqueta negra, un bolso gris, un kilo y medio de colonia como siempre, cogí las llaves de casa y salimos hacia la discoteca en el taxi que había pedido Lucía porque como siempre los chicos se fueron antes, ya que nosotras tardamos un poco más de la cuenta.

Llegamos y lo primero que hice fue irme a la barra, estaba seca necesitaba beber algo, así que me pedí lo de siempre un puerto limón. De ahí me fui al reservado con los chicos, les saludé y nos sentamos en los sofás a charlar un rato. Llevábamos como media hora hablando, pero yo no me había percatado de que no estaba ni Gavi ni su amiguita, eso en parte hizo que la sangre me hirviera por dentro, por lo que decidí ir al baño. Me puse un poco de agua en la nuca para refrescarme, me retoque un poco el maquillaje iba a salir, pero mi móvil vibro dentro de mi móvil.

Me quedé bastante rallada después de ese mensaje de pablo, salí del baño en busca de lucia quería saber que pensaba ella sobre esto, pero me la encontré un poco ocupada

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Me quedé bastante rallada después de ese mensaje de pablo, salí del baño en busca de lucia quería saber que pensaba ella sobre esto, pero me la encontré un poco ocupada. Estaba comiéndose la boca con Pedri, y como no quera interrumpir me volví a sentar con los chicos, pero sin prestar atención a su conversación. No paraba de pensar en el puñetero mensaje, como era posible que yo no le hubiera visto pero el a mi si, la discoteca estaba llena de gente, aunque en los reservados no había tanta también había mucha. Paso un rato y de repente lucia me cogió de la mano y me llevo junto a ella a la pista de baile, en la cual dimos todo junto a los chicos que se iban uniendo a bailar con nosotras poco a poco.

Eran casi las cuatro y yo estaba un poco bastante borracha, no sabía dónde ni con quien estaba, también había perdido la noción del tiempo, pero yo seguía dándolo todo en la pista, me entraron ganas de ir al baño por lo que fui y fue la peor decisión que pude tomar.

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