XXV. JUEGOS

54 2 0
                                    

LEILA*

Estaba en casa tan tranquila hablando con Lucía y con Pedri, cuando el timbre casi explota y para sorpresa de nadie era Gavi tocando. Hoy se iba a la concentración con la selección y me había escrito hace unas horas que en un rato vendría a despedirse de mí, como Lucía y Pedri, pero con la diferencia de que ellos ya eran pareja desde hace algunos días y si antes no se separaban ahora mucho menos, se tiraban todo el día juntos y nosotros teníamos algo que tan siquiera sabíamos que era, nos gustábamos eso estaba claro, sobre todo después de lo que paso en el baño de mi habitación el otro día. Nos encantaba pasar tiempo juntos a pesar de que los dos somos muy enfadicas y nos encanta picarnos y vacilarnos el uno al otro, cuando estoy con él es como estar nosotros solos sin nada ni nadie alrededor que nos pueda molestar o incordiar. Abrí la puerta, pero me llevé una grata sorpresa cuando vi a los chicos en la puerta con bolsas.

- Hola lei lei. – Dijo balde al entrar y abrazarme.

- Hola leilita. – dijo Lamine seguido de Balde.

- Hola niñas. – dijo Ferrán dando un saludo general, ya que Pedri y Lucía estaban mirando hacia la puerta al no esperarse a los chicos al igual que yo.

- Hola lei. - dijo Fermín saludándome con otro abrazo.

- Hola preciosa. – hablo por ultimo Pablo al entrar y cerrar la puerta y posar un suave beso en mis labios.

- Hola guapo. – le conteste yo después de separarnos. – Y hola chicos. – termine de saludar a todos.

- ¿Qué hacéis aquí todos? – pregunto Lucía, porque habíamos pasado de ser tres a ser ocho en cuestión de segundos. – Pensaba que solo iba a venir Gavi. – termino de decir Lucía.

- ¿Qué pasa? Que aquí los únicos que se pueden despedir de vosotras son vuestros novios o que. – dijo Balde haciéndose el indignado y tanto Lucía como yo no reprimimos nuestra pequeña risa.

- Si no queréis que nos despidamos de vosotras nos vamos eh, que tengo que terminar la maleta. – dijo Lamine siguiéndole el juego a Balde cosa que hacían habitualmente porque los dos aun sacándose cuatro años eran como dos niños pequeños juntos.

- Nono, quedaros. – volvió hablar Lucía con una sonrisa. - ¿Qué habéis traído? – les pregunto a los chicos.

- Como nos aburríamos y este tonto iba a venir a despedirse de su noviecita pues hemos venido con él y hemos traído juegos. – le contesto de nuevo Balde y Fermín movía la cabeza de arriba abajo afirmando lo que decía.

- Pero si sabéis que Gavi se pica por todo, como se os ocurre. – le dijo Pedri a balde riéndose, haciendo que Gavi pusiera los ojos en blanco.

- Bueno pues a jugar. – dijo Ferrán.

Nos pusimos a jugar a imitar a personajes y acciones por parejas sorteo, Pedri con Lucía, Ferrán con Fermín, Lamine y Gavi, y Balde y yo, a pesar de la votación después de haber estado diez minutos entre Gavi y Balde quien se ponía conmigo, Balde quería ir conmigo porque había salido así y Gavi le decía que no que yo iba a ir con él y echándolo a suertes salió ganado Balde. Nos estábamos echando una risas eso era innegable, pero Lamine y Gavi se picaron al no hacer bien una acción que era más que evidente, que Gavi no pillo cuando se acabó el tiempo, por lo que decidimos dejarlo y jugar al escondite por la casa a oscuras, la idea de Ferrán les gusto a todos menos a Lucía y a mí que nos miramos abriendo los ojos, era obvio que no era buena idea sabiendo cómo podía acabar la casa conociendo lo burros que eran estos chicos y que era a oscuras, pero después de que nos convencieran acabamos aceptando. Volvimos a echarlo a suertes y fue Pedri el que salió, asique se encerró en la cocina hasta que pasaran dos minutos y salió. Yo me fui a esconderme al armario de mi cuarto, pero antes de empezar a subir las escaleras para ir hacia este, una mano me agarro y me metió al baño quedando apoyada en el lavabo. Solté un pequeño gruñido del susto al no esperarme ese movimiento, pero me relajé al conocer a la persona que lo había hecho.

- Gavi que susto coño. – le dije dándole un pequeño golpe en el brazo.

- Shhh. – me dijo tapándome la boca.

- ¿Qué pasa? – le dije susurrando.

- Nada, solo que quería hacer esto - y no me dio tiempo a responder porque nuestros labios se juntaron haciendo que nos diéramos un beso.

Era un beso tierno y suave, pero con ganas, que para nosotros paso demasiado rápido, porque al separarnos y darnos un beso cálido para finalizar, unos golpes sonaron en la puerta haciendo que diéramos un pequeño salto por no esperárnoslo. Al abrir vimos cuatro personitas asomando la cabeza esperando a que saliéramos. Pero a escasos segundos de que esto pasara Lamine empezó a contar de nuevo para empezar una nueva ronda, en este caso si me escondí en el sitio que tenía pensando. Un ruido proveniente de la puerta de mi cuarto hizo que si antes no hiciera el mínimo ruido ahora mucho menos. Lamine abrió la puerta del armario equivocada y al estar ocultada entre ropa no consiguió verme a pesar de estar apunto. Fue encontrando a todos solo quedábamos Fermín y yo, y después de Lamine encontrar a Fermín metido en el cuarto de la limpieza, solo quedaba yo que se rindió al dar y seguir dando vueltas por la casa y no encontrarme.

- ME RINDO!!!!! – le escuche gritar desde abajo.

Salí de mi escondite con una sonrisa ganadora y bajando las escaleras haciendo que todos se giraran en mi dirección al estar de espaladas y mi mirada después de visualizar a Gavi que esta con una sonrisa más que notable se posó en Lamine que tenía una cara de serio por haber perdido y yo sin poder evitarlo solté una pequeña risa que le hizo picarse más aún.

Nos sentamos en el sofá ya que no nos apetecía jugar más, yo estaba sentada entre Lucía y Gavi, que este último no tardó mucho en pasar sus brazos por mis hombros y dejarme un beso en la cabeza.

- Enhorabuena. – me dijo sonriente.

- ¿Por qué? – le pregunte yo al no saber el porqué de esa palabra.

- No cualquiera gana a Lamine, solo lo habéis hecho los hermanos Fort. – me respondió. - Sabes que es muy competitivo el enano y siempre quiere ganar. – me dijo como aclarándome que siempre quería ganar, pero eso yo ya lo tenía claro desde que les vi algún día jugar al FIFA o en el entrenamiento.

Estuvimos un rato hablando de que harían estos días y sobre las diez y media los chicos se levantaron del sofá para irse. Tenían que terminar de hacer sus cosas y dormir que mañana cogían a las seis el vuelo hacia Madrid para juntarse con el resto de sus compañeros en la residencia de la selección a lo largo de la mañana. Me despedí de todos dejando a Pablo para el final que después de desearle suerte, decirle que no fuera muy burro, nos dimos el beso de despedida deseándonos buenas noches como siempre. Seguido a cerrar la puerta tras la salida de los chicos me tumbe con Lucía en el sofá para ver una de nuestras películas favoritas "El Gran Showmnan", nos la pusieron por primera vez en una clase de música cuando teníamos diez y desde ahí hicimos la promesa de verla una vez al mes juntas y desde entonces solo hemos fallado una vez cuando Lucía se fue un mes a Londres a ver a sus tíos. Acabamos llorando como siempre, no sabemos porque, pero aun viéndola un montón de veces siempre acabábamos llorando a mares, está claro que la película era preciosa y tenía una historia muy bonita y sentimental.

Subí a mi cuarto y luego de lavarme la cara y hacerme el skincare me metí en la cama con el móvil. Un mensaje de Gavi salió por arriba de mi móvil.

Apague el móvil, tirándolo sobre mi pecho, sonriendo al techo como una tonta, pensando en que era realmente feliz con un chico y que no todos eran como había sido Alex conmigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Apague el móvil, tirándolo sobre mi pecho, sonriendo al techo como una tonta, pensando en que era realmente feliz con un chico y que no todos eran como había sido Alex conmigo. Cogí el peluche que me había regalado pablo hace unos meses y me dormí.

TODO LO QUE HAGO ES POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora