Salí de casa casi dos horas después de que Pedri nos invitara a comer por la llegada de su hermano. Me puse un vestido blanco largo con la espalda al descubierto con un bolso dorado a conjunto con los tacones, me maquillé lo básico y me hice alguna onda en el pelo. Llegamos Lucía y yo a la puerta, íbamos a tocar el timbre, pero un Fermín muy elegante nos abrió la puerta diciéndonos que ya estábamos todos listos. Nos montamos cada uno en su coche yo iba en el de Fermín que conducía, lamine y Gavi. Llegamos a un restaurante que tenía un aspecto de ser muy bueno. Iba hablando con Lamine, pero sentí una presencia a mi lado que me cogía de la mano, mire a mi derecha y no podía ser otro que Pablo que me dio una pequeña sonrisa cuando mire nuestras manos entrelazadas y seguido le mire a él. Entramos al restaurante no había mucha gente, pero se notaba en el ambiente que aquí no podía venir cualquiera. Me senté entre pablo y Lamine. Pedimos la comida, antes de que llegara me levante para ir al baño. Era bastante grande y muy bonito todo en tonos azules. Estaba retocándome el maquillaje hasta que escuche pequeños golpes en la puerta.
GAVI*
- Ocupado. – escuche a Leila desde dentro.
- soy Gavi, abre porfa. – le dije.
- ¿Qué haces aquí?
- He venido a decirte lo guapa que estas con ese vestido.
- Pablo eso ya me lo has dicho antes. Ahora dime a que has venido. – me dijo sacando esa sonrisa que a mí me tenía completamente loco.
- Vale, la verdad es que... - no acabe la frase, ya que le cogí la cara y junte sus labios con los míos en un beso que ella no rechazo.
Estaba siendo un beso bastante fogoso, parecía que en cualquier momento uno se iba a comer al otro, pero para mí eso era lo que menos importaba. Nos separamos cuando nos quedamos sin aire, quedándonos uno enfrenté del otro mirándonos a los ojos, pero poco duramos así, esta vez fuera Leila la que se lanzó a mis labios cogiéndolos ferozmente poniendo su mano en mi nuca para intensificar aún más el beso, cogí sus piernas enrollándomelas en la cintura hasta llegar al lavabo donde la deje apoyada. Esta situación me estaba poniendo bastante, sabía que había dos opciones acabar lo que habíamos empezado o dejarlo por donde estábamos, pero a mi parecer a Leila no la estaba importando mucho el sitio donde estábamos, aun sabiendo que lo más probable es que nuestra comida ya estaba servida en la mesa con los chicos esperándonos. Por instinto baje mis manos a su culo y mi boca a su cuello haciendo que ella lo tirara para atrás dejándome más espacio, pero al instante las volví subir a su cintura más porque ella estuviera cómoda que por que yo quisiera hacerlo, pero al parecer fue una decisión que no la gusto mucho, ya que me cogió las manos y me las puso en su culo haciendo que lo apretara y tocara a mi antojo sin separarse de mis labios. Una de mis manos concretamente la derecha paso de culo a su muslo, masajeándolo más que nada para ponerla nerviosa, cada vez se acercaba más a su intimidad hasta tocarla por encima de su tanga, no quería hacer nada sin su consentimiento por lo que me separe la mire a los ojos
- ¿Puedo? – la pregunte y asintió con la cabeza.
Seguido volvimos a juntar nuestros labios. Poco a poco iba introduciendo mi mano por debajo de su vestido de nuevo que estaba bastante subido ya que tenía las piernas rodeando mi cintura, le pase la mano por encima de su tanga para ponerla aún más nerviosa, poco a poco fui introduciendo mi mano por debajo de esta rozando con mis dedos su feminidad, la note muy mojada y eso todavía me puso más. Volví a devorar sus labios saboreando su característico sabor a fresa que me encantaba. La miré a los ojos, esos ojos color miel que cada vez que les veía me sacaban una sonrisa interior, no pude evitar no morderme mi labio inferior para después sonreírla. La estaba torturando un poco me gustaba ver su cara de satisfacción al notar mis dedos pasar sobre ella, pero no adentrarlos. Escuché como tocaban la puerta, pero supuse que estarían tocando la del baño de los chicos, pero no fue así.
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TODO LO QUE HAGO ES POR TI
FanfictionLeila se muda a la ciudad donde quiere vivir desde pequeña, Barcelona, con su mejor amiga Lucía, pero algo la hace cambiar el rumbo de su vida cambiándosela por completo en poco tiempo.