XIII. LA PEOR NOCHE

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Entre al baño, a primera vista no había nadie, pero unos chavales de unos 23 años me cogieron entre todos y me metieron a un cubículo. Yo seguía bastante borracha por lo que no estaba consciente de lo que estaba pasando. Eran 3 chavales vestidos de negro. Me sentaron en el váter y empezaron a decir cosas de las cuales entendí bastantes pocas, "eres una guarra" "te vamos a follar hasta que no puedas andar" "estas más buena que le pan" "ojalá tenerte siempre que queramos follar" "te voy a echar el mejor polvo de tu vida" ... y más cosas de este tipo.

Empezaron a quitarme el vestido, dejando a la vista mis pechos al no llevar sujetador, me quitaron el tanga y seguido empezaron a besarme el cuerpo, los labios, el cuello, hasta que uno de ellos me tumbo sombre el váter me abrió las piernas y empezó a tocarme mis partes, metió dos dedos dentro de mí y yo lo único que hacía era intentar asimilar la situación, seguía sin estar del todo consciente, me dieron algo de beber no me acuerdo del todo bien que era, pero estoy segura de eso llevaba droga porque yo no tenía apenas fuerza en el cuerpo después de tomármelo. Siguieron besándome tocándome como ellos querían durante por lo que yo supuse 15 minutos aproximadamente. Después de eso, se sentó uno de ellos conmigo encima, y me metió su erección, lento para que la notase dentro de mí, estuvo embistiéndome hasta que llego a correrse, otro de ellos mientras tanto me metía su lengua en la boca como si le encantara y el tercero me besaba el resto del cuerpo, yo en ese momento no paraba de gemir sin fuerzas diciendo que pararan, pero claro quién le iba a hacer caso a una chavala de 18 años borracha y drogada, seguí gritando / gimiendo pero nadie me oía porque en la discoteca estaba la música a todo volumen, a continuación de que el primero acabara, el segundo se puso en la misma posición junto al tercero, que los dos me la metían, el segundo me la metía bruscamente por delante mientras que el tercero me estaba haciendo penetración y por último, el primero que se ve que no tubo suficiente con correrse dentro de mi minutos antes, me metió su polla en la boca para que dejara de gritar aun sabiendo que apenas se me escuchaba. El primero de ellos se corrió otra vez dentro de mí, pero esta vez en mi boca haciendo que saboreara su esperma, mientras que los otros dos terminaban de follarme a su gusto, llego otro chaval que también parecía ser su amigo. Al acabar los tres primeros de correrse dentro de mí, le dejaron el sitio al último chaval que entro en el baño. Yo ya no tenía fuerzas ni de gritar, él me cogió me empotro contra la pared, me empezó a lamer a su gusto mis pechos, seguido de eso me sentó en el váter con las piernas abiertas y lamio todo el coño, y por ultimo como los otros tres me follo, pero haciéndomelo rápido y salvaje. Al correrse también dentro de mí, salieron los cuatro del baño, dejándome ahí tirada, sin ropa, con marcas de los agarres que me habían hecho, chupetones por todo mi cuerpo...

No sé cuánto tiempo paso desde que se fueron hasta que logre vestirme e irme de aquella discoteca a la cual tenía plena seguridad que no volvería nunca más. Saqué mi móvil, del bolso estaba todo roto, lo encendí y vi que eran casi las ocho y veinte de la mañana. Seguía sin tener fuerzas en el cuerpo, asique con la poca voz que tenía llame a un taxi, el cual me dejo en la puerta de casa. Cuando entre no había nadie, subí lo más rápido que pude a mi cuarto y lo primero que hice fue tirar la ropa a la basura, y meterme a la ducha, no me acordaba de casi nada de lo que había pasado en los baños, solo que entraron tres chicos y empezaron a manosearme. Salí de bañarme y me metí en la cama llorando, no podía creer que esto me estuviera pasando a mí. De tanto llorar me termine durmiendo, pero al rato de acostarme me levante sudando y casi gritando sin voz, había tenido una pesadilla con ellos, y parecía más real de lo que había pasado. Me tape entera con la sabana y la colcha no quería verme me daba asco, me repugnaba a mí misma, no quería verme las marcas que tenía por todo el cuerpo porque no quería volver a vivir aquello, sin duda había pasado la peor noche de toda mi vida hasta mis 18 años

Pasaban horas y horas y yo seguía metida en la cama llorando tapada hasta arriba con el cerrojo puesto, no quería que nadie me viera así. Sabía que había gente en casa asparte de Lucía porque escuchaba voces, pero no quería salir de mi cuarto y mucho menos de mi cama, llamaron un par de veces a la puerta, pero yo no conteste, o quería hablar con nadie, no quería saber nada de nadie, no quería que nadie se enterar de que me habían violado.

Habían pasado tres días desde que suceso, yo seguía sin salir de mi cama, no tenía hambre, no tenía ganas de ver a nadie, no tenía ganas de nada. En todos estos días me habían escrito todos los chicos no conteste a ninguno, Lucía estaba constantemente llamando a la puerta preguntándome que me pasaba yo la contestaba que nada que no se preocupara, me había llamado hasta mi madre para preguntarme, pero no la cogí el teléfono, sabía que había sido para eso porque en unas de esas veces que lucía llamo a mi puerta me lo dijo.

Lo único que hacía era llorar y llorar, darme un numero incontable de duchas al día y mirarme al espejo y seguir llorando, cada vez que salía de la cama y me veía mi cuerpo me daba vergüenza, me odiaba, me sentía mal por ir provocando a la gente por ahí. No comía nada, había bajado casi dos kilos y medio en tres días. Me castigaba a mí misma porque me hicieran eso, no podía para de echarme las culpas.

Nada de lo que ha pasado es culpa tuya.

Es culpa mía, claro que lo es. No puedo negarlo si no fuera por ahí casi desnuda nada de esto hubiera sucedido.

Yo me echaba las culpas todo el rato, pero en parte sabía que nada de lo que sucedió fue mi culpa solo de los tres hijos de puta esos.

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uno cortito pero intenso.

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