X. SHEILA

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Hoy día 19 de septiembre los chicos jugaban su primer partido, y también podían ganar el primer trofeo de la temporada, el Joan Gamper. Jugaban a las nueve en el Camp Nou e íbamos a ir a verles.

Me desperté en la cama de Héctor ya que ayer vinimos a pasar un rato y al final se alargó, lucia ha dormido con Pedri y yo con mi hermano. Me desperté sobre la una, me levante de la cama porque no había nadie en la habitación y cuando baje estaban todos abajo, hasta la Sheila que también se quedó a dormir con Gavi. De verdad no tiendo como pueden estar juntos sabiendo que ella le quiere por fama. Leila no empieces ya, me dije a mi misma. Cuando llegué a la cocina, comí algo ya verdad no tenía mucha hambre. Al acabar me vestí y me fui para mi casa, no sabía que ponerme, encima de que ver las imágenes de Gavi y Sheila en su casa me había dado un poco de rabia, y seguía con ella en el cuerpo. Me quedaban 2 horas para salir de casa y yo seguía sin saber que ponerme.

- Lucíaaaa, ven a ayudarme por favor. – le grite para que me escuchara.

- Voy. – grito ella y siguió hablando cuando llego. - ¿Qué te pasa?

- Que no sé qué ponerme, llevo una hora y media delante del armario y no encuentro nada que ponerme.

- Toma esto es para ti, te la quería dar el pero como te fuiste tan rápido después de comer, pues se le olvido.

- ¿Qué es esto?

- Ábrelo y lo veras.

- Es la camiseta del Barça con el número de mi hermano, jo que mono.

- Si es muy bonita, pero ahora dime porque te has ido así de casa de los chicos.

- Por nada, me apetecía venir a casa.

- Me estas mintiendo.

- No, es la verdad.

- No es la verdad y lo sabes, así que dímela.

- Vale, es culpa de Sheila y más de pablo, que sabe de sobra que ella a él le quiere por quien es, por la fama y no por como es. Me da mucha rabia y bajar de la habitación y verle dándose cariño de esa forma me repugna tía.

- Tía tú te has replanteado que te guste Gavi, porque si te da rabia es por algo, y por lo que me ha contado el otro día tú le quieres sí, pero no como quieres a Fermín, a Pedri, a Ferrán, no se tía deberías de pensarlo. Es que no solo es eso eres a la única persona que deja que le llames pablo, porque no la deja ni a Sheila.

Y eso hice me puse a pensar lo que ya llevaba días dándome vueltas en la cabeza, hasta que me di cuenta de que sí que me gustaba, pero eso no era algo bueno, por lo que decidí mantenerlo en secreto.

Estábamos ya sentadas lucía y yo y unas cantas butacas al lado mío Sheila, por lo que se ve los chicos decidieron ponernos en el mismo palco, aunque sabían de sobra que nos caía mal.

Hicieron las presentaciones las presentaciones del equipo y comenzó el partido. En el minuto 19 le hicieron una falta grave al Pedri, y lucia se puso a gritar como una loca, más que nada porque entendía que era falta, yo en este tipo había aprendido algo, pero nada del otro mundo, le pitaron la falta y metieron gol. Llego el descanso los chicos estaban jugando muy bien. Volvieron a salir al campo y empezó la segunda parte, en el minuto 89 llego otro gol, en este caso de Gavi, yo no lo vi porque estaba mirando el móvil, pero me entere porque todos los aficionados empezaron a gritar su nombre, por lo que me levanté y aplaudí, hasta que vi por la pantalla como se lo dedicaba a Sheila, y la rabia me volvió a entrar, asique me fui para dentro no quería ver como Sheila le mandaba besos y él a ella tampoco. acabo el partido y esperamos a los chicos en el parking, cuando salieron nos fuimos a su casa porque iban a venir alguno más de su equipo para hacer una especie de fiesta. Cuando llegaron todos nos les presentaron y les dimos dos besos.

- Hola, yo soy Joao Félix, encantado, peo puedes llamarme Joao.

- Yo leila, igualmente.

- Yo soy Marc.

- Encantada.

- Yo soy Frenkie. Un gusto conocerte, los chicos hablan mucho de ti.

- Yo Leila, gracias e igualmente.

Bueno así conocí a la mitad del equipo, estaba hablando con Joao era portugués y un chico muy majo y muy guapo.

- Entonces, ¿tú eres la hermana de chiquitín no? - me pregunto Joao.

- Si, pero es una historia un poco larga, resumidamente le volví a encontrar después de 17 años sin verle.

Seguí hablando con Joao, pero cada vez sentía una mirada más fija en mí, me di la vuelta disimuladamente y le vi mirándome, al chico que había descubierto hace unas horas que estaba loca por él, es decir, Pablo.

Cuando me quise dar cuenta le tenía al lado.

- Perdón por interrumpir, pero te la robo un segundo. – cogió y nos fuimos fuera hablar.

- ¿Qué pasa Gavi? – le dije borde por todo lo que había vivido en el día de hoy.

- No, ¿Qué te pasa a ti? – me pregunto serio.

- A mi nada estaba hablando tranquilamente con Joao cuando nos has interrumpido.

- Llevas hablando con él toda la noche.

- Y, ¿Qué pasa?

- Pues que me estoy muriendo de celos eso es lo que pasa.

- No tienes por qué estar celoso, tu estas con Sheila, yo estoy soltera puedo hacer lo que quiera, y si quiero hablo con Joao porque no tengo nada con nadie. – le dije e intenté irme, pero no pude.

- Leila, yo no quiero estar con Sheila, es ella que sabe que la voy a dejar y cundo le digo de hablar siempre me cambia el tema.

- Pues vete y díselo ahora.

- No esta, has estado tan ocupada hablando con Joao que ni si quiera te has dado cuenta de que no ha venido.

- Es que lo que haga esa gilipollas me da igual, por eso no me he preocupado en buscarla.

- Leila, que te pasa.

- A mí, nada.

- Dime que te pasa, estas muy borde conmigo pero que yo sepa no te he hecho nada.

- Nada cosas mías no importa.

- Sí que importa porque todo lo que tenga que ver contigo me importa.

- Pues que me da rabia que estés con ella, porque sabes por lo que te quiere y aun así la invitas a dormir a tu casa ir a los entrenos al partido y más cosas.

- Rubia yo solo quiero invitar a una chica y esa chica no es Sheila. Ella me medio obliga a invitarla a los sitios para que se vea que "seguimos siendo novios".

- Pues si te obliga déjala, pero si todavía no la has dejado es porque sientes algo por ella, porque si no tú la hubieras dejado ya.

- Es la verdad leila. No la dejo porque no puedo si me cambia de tema todo el rato.

- No se Gavi.

- Leila te lo juro que es la verdad.

Intentevolver a irme, pero me cogió del brazo y me agarro la cintura, me mirófijamente a los ojos y luego bajó su mirada a los labios, yo no quería besarmecon él porque seguía con Sheila, pero de repente note como sus labios seestampaban contra los míos y yo no pude sepárame, nuestros labios eran como doslapas y encima encajaban a la perfección. Era un beso apasionado con lengua peolento. Sus manos bajaron a mi culo, lo tocaba a su antojo y su puse mis manosen su pelo para profundizar el beso, el mejor beso que me había dado en mis 17años de vida. Cuando nos separamos por falta de aire, yo no quería abrir losojos me daba miedo pensar que todo había sido un sueño y cuando estaba a puntode abriles les volví a sentir, esos labios que para mi ya se habían convertido en un imán.

TODO LO QUE HAGO ES POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora