A la mañana siguiente desperté a las dos y algo de la tarde, en mi cama con una pequeña sonrisa sabiendo la razón de esta, aunque en parte me arrepentía porque pablo le había puesto los cuernos a Sheila conmigo. Busque por la casa a lucia, no estaba asique supuse que estaba en casa de los chicos haciendo algo, asique me hice la comida, croquetas con un poco de arroz, al terminar me vestí me apetecía ir a comprarme ropa. Una vez lista pedí un taxi y me llevo al centro comercial, entre en todas las tiendas y estoy casi segura que en todas me compre algo. Abrí la puerta de casa y no había nadie, subí a mi cuarto a dejar las cosas, me puse algo más cómodo, baje y me senté en la mesita que teníamos en el patio a leer un rato, justo al sentarme sentí mi móvil vibrar, pero pase, no quería que nada ni nadie estropeara mi lectura durante por lo menos una hora. Fue pasando el tiempo, mi móvil parecía que iba a explotar, lo puse en silencio y seguí leyendo otro rato, al poco tiempo tocan el timbre y aunque me da rabia voy hacia la puerta.
- Hola rubia. – me dice, mirándome con una sonrisa.
- Hola pablo, ¿Qué haces aquí?
- He venido porque pensaba que te había pasado algo, llevo un rato escribiéndote y no me contestas.
- Perdón, estaba leyendo y puse el móvil en silencio.
- No pasa nada, pero entonces me tienes que dar algo a cambio. – dijo mientras me cogía de la cintura.
- Pablo no, lo que paso ayer fue un error.
- Pero si los dos queríamos, ¿Qué ha pasado?
- No sé, a lo mejor le has puesto los cuernos a Sheila.
- Leila, eso no importa. – iba a seguir hablando, pero le corte.
- Quizá a ti no te importa, pero a mi si, puede que sea la chica más feliz por haberte besado, pero eso no quita que yo tenga mi parte de culpa por seguirte el beso y dejar que fluyera.
- Rubia, a mí me da igual Sheila.
- Pablo no me llames así por favor ahora no.
- ¿Por qué?
- Porque te quiero y no puedo soportar la idea de que estés con una chica que no sea yo. Ojalá fuera Sheila y saber lo que es vivir ser tu novia, pero tu estas con ella y yo no me pienso meter entre vosotros dos- iba a seguir hablando, pero me cortó con un beso del que yo me separe. – Pablo no has entendido lo que te acabo de decir.
- Me escuchas por favor.
- Ya sabes lo que opino, ahora déjame sola por favor. – me volvió a besar.
- Escúchame por favor.
- Pablo.
- Leila, Sheila y yo ya no estamos juntos, después de besarte anoche me presente en su casa y la deje, no podía aguantar la idea de hacerte daño. Te conozco y sabía que te ibas a sentir así.
Me quedé callada no supe cómo reaccionar, pero tampoco tuve tiempo, como la noche anterior volvió a estampar sus labios contra los míos, y yo no pude sepárame, estuvimos besándonos hasta que nos quedamos sin aire, al sepárame me miro a los ojos.
- Te quiero Leila. – me dijo con una sonrisa.
Yo le volví a besar, en algún momento del beso me subí encima suya y acabamos en mi cuarto, le tire a la cama y me puse encima suyo, nos seguimos besando como si en el mundo solo estuviéramos él y yo, le quite la camiseta y me beso el cuello, mi punto débil, me besaba como y donde él quería, estaba empezando a quitarme la sudadera cuando escuche la puerta de casa y me separe al momento.
- ¿Qué pasa? – me pregunto confundido.
- Acaba de entrar alguien en casa supongo que es Lucía porque he escuchado las llaves.
- ¿Quieres bajar?
- Si tú quieres.
- Lo que tú quieras a mí me da igual.
Nos dimos unos cuantos besos más, se puso la camiseta y a los minutos bajamos, nos encontramos a Pedri y a Lucía abrazos viendo una película. La verdad estaban súper monos, no queríamos interrumpir, pero vieron a Pablo.
- Hola chicos. – dijo Lucia.
- Hola. – conteste yo.
- Creía que no había nadie, como me has dicho que te ibas de compras pensaba que no habías vuelto. – hablo Lucía.
- He vuelto hace unas horas, y este tonto está aquí porque pensaba que me había pasado algo.
- ¿Te ha pasado algo? – me pregunto Pedri.
- No, no me puse a leer y dejé el móvil en silencio, y vino a casa, pero me parece que eso solo era una excusa para verme. – dije mirando a pablo para picarle.
- No te preocupes que no me vuelvo a preocupar por ti.
- Yo tampoco he dicho eso. – le dije y seguido le di un beso en la mejilla.
- Eeeee. - grito Pedri. – Que ha sido eso.
- Nada solo un beso en la mejilla entre amigos. – le respondió Pablo con una sonrisa pillín.
- ¿Pero tú no estabas con Sheila? – le pregunto Lucía.
- La deje anoche después de besar a esta señorita.
- No hacía falta dar detalles. – le dije a Pablo.
- Entonces, ¿estáis juntos? – curiosea Lucía.
- Qué va. – respondí yo. – Él lo acaba de dejar con Sheila hace unas cuantas horas y yo tengo que asegurarme de que no va a volver. – iba a seguir, pero me interrumpió
- Todavía lo dudas después de lo que te dije ayer. – me cortó Pablo.
- No, pero tengo que asegurarme de que Sheila no quiera joderte por dejarla, que no joda la relación que por ahora no hay y que no me vallas hacer daño porque ya lo he pasado muy mal por mi ex como para que ahora vengas tú y me lo rompas más todavía. – le dije. – Es que no me has dejado acabar.
- Bueno pues cuando te asegures de que yo no voy hacerte daño, ni te voy a romper el corazón me llamas. – dijo un poco enfadado. – Ahora yo me voy a mi casa.
- Pablo ven. – hable mientras le seguía.
- No, primero asegúrate de que no voy hacerte nada. Y por cierto buenas noches. – zanjo la conversación un tanto enfadado.
Yo volví a entrar dentro y los me miraron con cara de que no me preocupara, que ya sabía cómo era Pablo. Yo no les dije nada simplemente me subí a mi cuarto y me tiré en la misma cama donde hace menos de media hora estaba besándome con él. Me puse a llorar, no sabía porque había dicho eso, si sabía de sobra que pablo no era capaz de hacerme daño, no a mí, había sido una tonta por decir eso. Si, tenía miedo de que me volviera hacer lo que me hizo Alex, pero él nunca sería capaz, le conocía bastante bien y una cosa que tenía clara de él es que fuera del campo no es capaz de hacerle daño ni a una pluma. Seguí llorando, hasta que por fin sobre las dos de la mañana conseguí dormir algo, aunque no del todo bien.
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TODO LO QUE HAGO ES POR TI
FanfictionLeila se muda a la ciudad donde quiere vivir desde pequeña, Barcelona, con su mejor amiga Lucía, pero algo la hace cambiar el rumbo de su vida cambiándosela por completo en poco tiempo.