XIX. QUIERO CONTÁROSLO

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Estaba a punto de contarle a los chicos el por qué había estado desaparecida estas casi cuatro semanas. Sabía que contarles todo era un paso que tenía que dar y no había mejor momento que este, estaba en su casa y a pesar de no haberles visto durante semanas ellos me han tratado igual que antes y eso me hacía sentirme más segura, si se lo contaba era por el hecho de la confianza que tenemos entre todos. No iba a ser fácil contárselo y volver a revivir todo, pero era el momento para terminar de desahogarme sobre todo lo que ha pasado estos días atrás.

- Leila, cuando estés prepara cuéntanoslo no tiene por qué ser ahora. – me dijo Pedri.

- Quiero contároslo ahora y que lo sepáis, aunque me vaya a costar un poco.

- No te preocupes peque estamos contigo. – me dijo Gavi mientras me pasaba su brazo por los hombros.

- Haber... - empezó hablar. – Os acordáis del día que fuimos a la discoteca, pues yo no quería ir porque Gavi iba a ir con una amiga suya porque me lo dijo Pedri, pero Lucía me termino convenciendo. Cuando llegamos estábamos en el reservado y yo me di cuenta de que hace un rato ya no estaba con nosotros, entones fui al baño y me llego un mensaje suyo diciéndome que me quedaba muy bien el vestido, salí a buscar a Lucía haber que pensaba ella sobre el mensaje de Gavi, pero estaba con Pedri y no les quería molesta. A partir de ahí yo empecé a beber y acabé bastante borracha y como me estaba meando fui al baño, al entrar no vi a nadie, pero segundos después me cogieron entres tres tíos y me metieron en un baño, yo al estar borracha no estaba muy consciente de lo que está pasando. Entonces entre los tres me sentaron en el váter y me empezaron a decir cosas como "eres una guarra" y cosas así, me desvistieron y empezaron a besarme todo el cuerpo entre los tres. – aquí fue cuando empezó a sacar a alguna lagrima y temblar un poco. – Siguieron tocándome y haciéndome más cosas entre los tres y a la hora o así llego otro chaval, que me hizo más de lo mismo, no quiero dar detalles, pero podéis imaginar lo que me hicieron, apuesto que cuando se quedaron todos satisfechos de violarme pues se fueron y me dejaron a mi sola en el baño desnuda y drogada. No sé cuánto tiempo paso desde que Salí de allí hasta que llegué a mi casa, pero seguro que horas, yo lo único que hacía era llorar e intentar asimilar porque yo porque me lo habían hecho a mí, se ve que al estar borracha era la presa fácil. – y fue ahí cuando rompí a llorar.

- Tranquila peque todo eso ya ha pasado ahora estas con nosotros y no vamos a dejar que te hagan nada. – hablo pablo.

- Déjame seguir por favor. – suspiré y seguí contándoles. – Esa noche apenas dormí y cuando lo hice me desperté sudando y gritaba, pero no me salía la voz, había tenido una pesadilla con lo que me había pasado horas atrás. Yo me pase los días llorando, no tenía fuerzas de nada, no tenía hambre, no contesta a nadie, yo solo intentaba asimilar lo que paso, me preguntaba a cada instante porque había sido yo su objetivo, que que había hecho mal para acabar así y miles de preguntas más que me pasaban por la cabeza. Estuve así durante días lo único que hacía era llorar y llorar, darme duchas me sentía sucia y me miraba al espejo y me repugnaba a mí misma. Cuando vino Gavi a verme le eche no quería ver a nadie, llevaba días diciéndole a Lucía cuando llamaba a mi puerta que no me pasaba nada y que no se preocupase, pero un día vino Gavi a verme o a intentarlo ya que hacia una semana que no os contestaba a ninguno. Me dijo que le abriera que tenía hablar conmigo, pero le insistí en que se fuera. Al día siguiente vino Héctor y yo esa mañana me desperté con otra cosa en mi cabeza, tenía que contárselo a alguien necesitaba desahogarme si no quería acabar peor, asique se lo conté me dijo que pusiera una denuncia y eso hice, llamo al abogado del club porque sabe que era el mejor y que pasaba desapercibido con cualquier tema. Esa misma tarde vino y le conté un poco todo lo que había pasado pusimos la denuncia y me dijo que iba a hablar con el local y que llamaría a Héctor en unos días, también se lo conté a Lucía porque sabía que ella me iba ayudar mejor que nadie. Según iban pasando los días yo estaba mejor, aunque seguí teniendo el recuerdo muy presente, pero con Lucía y Pedri todo el día en mi casa me olvidaba del tema, y Héctor que venía a dormir todas las noches conmigo porque era la única forma que había de que no tuviera pesadillas. El día que vino Héctor a por los mandos pedimos unas pizzas para cenar y el pizzero que nos la trago era mi ex, lo dejamos hace cinco años y la última vez que lo vi y me hizo esto. – me levante la camiseta y le enseñe la cicatriz de la costilla. – Me lo hizo con una navaja, nos conocíamos desde pequeño nos enamoramos y estuvimos juntos cuatro o cinco años. Cuando le abrí la puerta volví a recordar todo lo que me hizo pasar en nuestro último año de novios, me pegaba y me gritaba y claro yo solo era una cría tenía unos trece catorce años. No sabía nada de él hasta el otro día, que cuando le abrí la puerta y le vi me entro un miedo que no supe cómo reaccionar al verle, le pregunte que hacia aquí y me dijo que vivía aquí desde hace tres años, y más cosas, cuando Héctor le cerró la puerta yo me puse a llorar y le dije a Lucía que tenía miedo de lo que me pudiera hacer y que no quería volver a revivir todo aquello. Y hace dos días Víctor llamo a Héctor diciéndole que el juez nos había autorizado para ver las cámaras de la discoteca y fuimos después de que Héctor acabara el entreno. Cuando llegamos fuimos a verlas solo había dos cámaras que apuntaban hacia los baños, pero en una no encontramos nada a diferencia de la otra. Vimos como entraba una chica un tanto borracha y drogada y seguido tres tíos, supimos que era yo ya que a chica igual que yo y fue lo único que paso aquella noche. Cuando salimos fuera yo seguía pensando en las imágenes, había una cara que se me hacía muy conocida y pensaba que Lucía también le había reconocido, pero no, uno de los tíos que me violo aquella noche era mi ex. No quería decirle a Víctor que era el porque me daba mucho miedo todo esto, aun sabiendo que si lo hubiera dicho sabiendo donde trabaja ya estaba en la cárcel, pero no me atreví. Ayer tenía que dormir sola ya que vosotros estabais en Madrid, me estaba constando un poco ya que me había acostumbrado a dormir con Héctor, pero termine durmiéndome, me desperté agitada porque había tenido una pesadilla sobre que Alex me mandaba una carta por debajo de la mesa y luego empezaba a darle patadas a la puerta intentando partirla porque yo no le iba abrir. Cuando la partió yo salí corriendo hacia arriba y me encerré en mi cuarto, al llegar a la puerta de mi habitación me dijo "ya eres mía", partió el pomo y justo cuando iba abrir me desperté. Llame a Héctor por inercia, pero al no cogérmelo, llame a Gavi, que tampoco m lo cogió, asique me puse una sudadera y las zapas y vine hasta la puerta llorando, sabía que estaba aquí por la historia que subió, asique cuando abrió la puerta me vio llorando y me subió a su habitación le conté un poco el sueño, aunque estoy segura de que no entendió nada y nos dormimos.

TODO LO QUE HAGO ES POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora