Capítulo 15 | Sobrevivientes

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Nisha y yo nos movimos rápidamente para escondernos de los insectos que acechaban las calles. Sujeta mi mano y no la suelta en ningún momento desde que dejamos mi casa atrás en la mañana. Apreté un poco su mano y volvimos a desplazarnos escondite en escondite hasta acercarnos cada vez más a la biblioteca nacional. Entramos a esta y observamos a todos lados, estaba oscuro y un desastre, pero no había señal de monstruos.

-¿Habrán llegado? -cuestiona Nisha. Negué indicando que no sabía la respuesta hasta que escuchamos movimiento y al instante apuntamos hacia allí.

-Wow, no piensas matar a tu mejor amigo, ¿o sí? -Kyle aparece frente a nosotros levantando las manos. Nisha y yo pudimos respirar en paz al ver a los demás salir detrás de él.

-Nisha -Rebecca corre hasta ella y la abraza suspirando aliviada.

-Me alegra verlos a todos -mencioné apoyando una mano sobre el hombro de Kyle al acercarse junto a los demás.

-A nosotros también... pero... ¿y Yaya? -pregunta Kyle.

Bajé la mirada y negué con la cabeza. Nisha vuelve a sujetar mi mano para llamar mi atención y me sonríe suavemente evitando que volviera a deprimirme.

-Lo siento mucho -Kyle apoya su mano en mi hombro.

-Sí, lo sentimos... Adler -le sigue Serena y los demás.

-Está bien... No había nada qué hacer. Era una mujer muy mayor como para resistir esto -respondí. Nisha apoya su cabeza en mi hombro, sin importarnos en realidad las miradas curiosas de los demás-. ¿Consiguieron algo interesante?

-Realmente sí -Kyle sonríe justo cuando se empiezan a escuchar pasos acercarse, Nisha y yo nos alertamos a diferencia de ellos, entonces Nisha me suelta de golpe.

-Tara... -expresa con asombro antes de ir corriendo y agacharse para abrazar a una niña que no aparentaba más de diez años.

-¿Quién es? -pregunté a los chicos.

-Al parecer la prima de Nisha -responde Rebecca-. Nos encontramos con ella, sus padres y un grupo de sobrevivientes escondidos en el hospital donde conseguimos varios artículos médicos en caso de necesitarlos.

-¿Un grupo?

Más pisadas se escuchan, una pareja se sorprende al ver a Nisha y de inmediato corren a abrazarla entre lágrimas de alivio por verla con vida. Otras personas se quedaban viendo desde atrás, algunos aún mantenían rostros inquietos y nerviosos, era normal, estaban traumatizados por lo que ocurre.

-También nos enteramos por ellos que hay una zona segura...

-Hacia el este -completé interrumpiendo a Kyle-. Lo sé... Yaya nos dijo cómo llegar antes de...

Ni siquiera podía decirlo, resoplé sacando el papel de mi bolsillo y dándoselo a los chicos. Volví la mirada a Nisha, ella se limpia los ojos mientras se alegra por encontrarse con su familia, no malinterpreten nada, estoy feliz por ella. Verla sonriendo por no haber perdido a su familia me causaba ternura y paz; metí ambas manos en los bolsillos de mi pantalón mientras sonreía un poco, hasta que Kyle me empuja levemente y me mira con picardía.

-Entonces... ¿Solo aclararon las cosas? -cuestiona enarcando una ceja. Dejé escapar una leve carcajada antes de apoyar la mano sobre su hombro.

-No te interesa -me aparté de él escuchando sus quejas y reproches, me acerqué un poco hacia donde estaban los demás y Nisha.

-Nos alegra mucho que estés bien... -menciona la tía de Nisha antes de mostrar una expresión algo dudosa-. Tu madre está preocupada por ti.

-¿Dónde está? -pregunta ella con igual preocupación, dejando a su prima en el suelo.

-Alcanzó a ir con los militares a la zona segura en el este, ya sabes... gracias a tu padre... él...

-No me interesa.

Me sorprendí al escuchar su voz gélida e indiferente ante la simple mención de su padre, de todas formas, Nisha les dedica una sonrisa a ambos antes de alejarse de ellos y voltear a verme, parece algo incómoda, mira a su familia y luego a mí, pude hacerme una idea de lo que cruzaba por su mente, así que sonreí sincero para calmar sus ideas, negué con la cabeza indicando que no me molestaba para nada ni me hacía sentir mal el hecho de que ella pueda disfrutar con su familia. ¿Por qué me molestaría?

-Adler, Nisha -los otros se reúnen con nosotros-. Deberíamos pensar en cómo iremos a la zona segura, en un grupo así... será difícil no atraer la atención de esas cosas al salir. Al venir aquí éramos más, no bastamos para salvar a todos.

-Es verdad, será difícil -murmuré pensando en una solución-. Podríamos separarlos por grupos hasta llegar al bosque, grupos pequeños para reducir el sonido de pisadas. Somos siete, tres de nosotros tienen habilidades útiles en combate.

-Bueno, gracias... -Ray me mira cruzado de brazos-. Pero admito que es verdad.

-Podría funcionar -apoya Serena-. No sabemos hasta qué punto llegaron esas cosas, pero al estar en el bosque será más fácil escondernos.

-Bien, deberíamos informarles a los demás.

Asentimos estando de acuerdo, por lo que atrajimos la atención de todos para reunirlos más cerca y así poder contarles el plan. Por supuesto que la mayoría se sintieron asustados por la idea de salir de nuevo, algunos querían negarse, pero no podíamos vivir aquí para siempre, debíamos ir a la zona segura. Todos lo sabían, pero el miedo los retenía. La discusión se prolonga hasta que comienza a caer la noche, pero por lo menos habíamos conseguido convencer a la gran mayoría.

-Me rehúso a salir, no lo haré -exclama un señor-. Esas cosas convirtieron a mi esposa, apenas un rasguño... la convirtió. No quiero ser lo mismo que ellos.

-¿Un rasguño? -miré a los chicos quienes asienten confirmando lo que ese hombre decía.

-Al parecer no solo convierten a otros con mordidas, con solo provocarles una herida directa no hay forma de detenerlo, pero es cierto que al ser mordido acelera la transformación, cuando es un rasguño es más lento -explica Ray.

-Tuvimos problemas con personas que han sido heridas y que lo ocultaron hasta que la transformación fue notoria -menciona Rebecca-. Por lo que todo se vuelve más complicado.

-Entiendo... Hay que tener cuidado -miré a Nisha quien asiente estando de acuerdo, pero se me acerca para hablarme más por lo bajo.

-Es mejor continuar con esto mañana, están agotados y toda persona es igual de necia cuando tiene sueño y está alerta -comenta haciéndome notar aquellas expresiones cansadas en todos.

-Tienes razón -respondí consiguiendo una sonrisa arrogante por su parte.

-Siempre la tengo.

Reí levemente antes de dirigirme a los demás, comentando lo mismo que Nisha. Estábamos de acuerdo en dejar por hoy esta discusión, los tíos de Nisha se la llevan para que duerma con ellos y Tara, así asegurándose de que estuviera bien el resto de la noche. Ella no pudo negarse, me miró por encima del hombro y yo solo solté una pequeña risa nuevamente.

-Ustedes también descansen, yo me quedaré a vigilar esta noche -comenté.

-¿Seguro? -pregunta Kyle.

-Sí, no se preocupen. Vayan a dormir, se los ve agotados.

-Gracias, Adler -bosteza Serena apoyada en el hombro de Liam casi durmiendo, este la sujetaba por la cintura y rodaba los ojos antes de llevársela con los demás.

Miré el lugar, vi que hicieron barricadas en todas las ventanas con las estanterías y escritorios. Este lugar era seguro por el momento, no había forma de que las bestias de afuera pudieran entrar. Me senté en el suelo junto a una ventana por la cual se colaba la luz de luna, observé afuera, ellos seguían caminando y destrozando todo. Aunque eran menos activos durante la noche hasta escuchar el más mínimo sonido, un gato sale corriendo y ellos lo persiguen, alejándose de aquí.

Pobre gato.

Busqué en mi mochila mi botella de agua y la bebí mientras revisaba cuantas armas tenía y cuántas municiones. Pero entonces me encontré con las cajas de condones que decidimos traer con Nisha, sonreí de lado sin sacarlas de la mochila, apartando esta, volviendo a guardar mi botella de agua y cargando una pistola por si fuera necesario.

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora