Capítulo 45 | Sacrificio

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John aprovecha mi despiste para golpearme con la cabeza en el rostro y dejarme en el suelo, se aleja y sale casi corriendo de la habitación. Iba a perseguirlo pero el grito de Rebecca llama mi atención. Ray salta sobre ella queriendo hacerle daño, pues estaba comenzando a transformarse completamente, incluso su cuerpo comenzó a cambiar.

-Ray... -solloza Rebecca.

Kyle lo patea para quitarlo de encima y ayuda a Rebecca para levantarse del suelo y alejarla de Ray quien intenta luchar en contra de la transformación. Se agarra la cabeza con dolor, quizás incluso recordando lo que les ha pasado. Serena intenta acercarse al verlo sufrir.

-Ray... Oye...

-¡Serena, apártate! -la hice a un lado cuando Ray saltó hacia ella, conseguí evitarlo.

-Aléjense... por favor... -pide Ray con su voz comenzando a distorsionarse por el cambio.

Ray sale corriendo para no hacer daño a ninguno de los chicos, Serena me suelta y sale corriendo seguida de Rebecca, ambas preocupadas y llamando a Ray para que regresara, nosotros fuimos tras ellas para detenerla. Ray consigue llegar hasta aquel lugar en donde nos habían tendido la emboscada. Este cierra la puerta y nos mira desde el vidrio de esta.

-¡Ray, por favor! -ruega Serena-. ¡No puedes dejarnos así!

-Lo siento... Pero no hay forma de detener esto -menciona él apoyando su mano contra el vidrio-. Rebecca... lo siento, prometí cuidarte y eso es lo que haré, incluso si debo cuidarte de mí mismo.

-¡No seas un estúpido! ¡Sal de ahí!

-Serena... ahora que sé que te he conocido desde antes, puedo decir con certeza de que... Te amo como nunca he amado a nadie más.

-Basta... no digas eso ahora... dímelo cuando todo esté bien... -solloza Serena apoyándose en la puerta y colocando su mano sobre la de él a pesar del vidrio.

-Al menos pude enamorarme de nuevo de ti.

Muchas de las criaturas que John mantiene allí comienzan a atacar a Ray, pues él aún tenía esencia humana que los atraía. Lo muerden desde todos lados para acelerar la transformación, él nos muestra una granada a la cuál había mejorado para que fuera aún más fuerte... es por eso que vino hasta aquí a encerrarse, planea destrozar todo ese lugar.

-¡Ray, no!

-¡Ray!

-Nisha... Te perdono.

Ray le quita el seguro a la granda para dejarla caer. No pude contener las lágrimas y cubrí mi rostro con ambas manos para dejar de ver el momento en que él se transformaba pero la granada explota tan fuerte que todo dentro de ese lugar era imposible que siguiera con vida, incluso todas las cápsulas. Caí al suelo de rodillas sollozando, Rebecca suelta un grito de dolor por perder a su hermano y Serena cae al suelo apoyándose en la puerta reforzada frente a nosotros.

Ray finalmente se había ido... se había sacrificado para que nada dentro de esa habitación fuera a poder soltarse en ningún lugar, es el que de verdad ha salvado a todo el planeta. El dolor en mi pecho aumenta de intensidad, más por recordar sus últimas palabras que en verdad no las merecía. No, no las merezco en lo absoluto. No merezco que ninguno de ellos me perdone, merecen a alguien mejor... y esa definitivamente no soy yo, nunca lo he sido.

-¡Ray! -vuelve a gritar Rebecca mientras Kyle la abraza intentando consolarla.

Ella llora a gritos mientras se aferra a Kyle. Serena no estaba mejor, ella igualmente llora, pero ni Liam podría calmarla. Él la abraza intentándolo, pero no podía hacerlo. Miré a Gia y a Hank, ambos observaban la escena con un profundo respeto para Ray, ellos se arrodillan y bajan la cabeza para demostrarlo. Intenté encontrar con la mirada a Adler, pero no estaba en ninguna parte.

-¿Adler...? -me levanté-. ¡¿Adler?!

Llamé la atención de los demás quienes se dan cuenta de lo mismo que yo. Sequé mis lágrimas con desesperación, John tampoco estaba por ninguna parte.

-¡Joder! -espeté con odio y salí corriendo en busca de Adler.

-¡Nisha, espera!

Los ignoré, no podía estar tranquila cuando ese hijo de perra se ha llevado a Adler. ¡Por favor...! Que no sea tarde... Escuché las pisadas de los demás persiguiéndome mientras yo corría por este lugar, abriendo puertas, fallando, desesperándome más. Hasta que finalmente encontré la puerta correcta. La abrí de un golpe y vi a John parado frente a una gran pantalla que mostraba el lugar en donde Ray se había encerrado hace un momento.

-Ustedes solo consiguen hacerme enfadar cada vez más, son unos malditos mocosos que lo arruinan todo -espeta y golpea el teclado-. ¡Lo destrozaron todo con esa explosión! Pero está bien... siempre puedo hacer más. Y ahora, con mis dos armas, nadie podrá detenerme.

-No... -abrí los ojos de par en par al escucharlo, entonces sentí a alguien tras de mí, pero antes de girarme, golpea mi cabeza hasta lanzarme contra una de las paredes con una fuerza brutal-. ¡Agh!

-¡Nisha!

Me apoyé en mis brazos para levantarme, pero me agarra por el cabello y me obliga a levantarme hasta que mis pies dejaron de tocar el suelo, miré aquellos ojos rojos que ya no tenían su brillo al mirarme... eran opacos.

-A..Adler... por favor...

APOCALIPSISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora