APOCALIPSIS

Capítulo 38 | Duelo

Finalmente pude salir de aquella casa luego de que le convenciera a Adler sobre que si seguía así nos quedaríamos sin condones y no podríamos hacerlo más hasta que llegásemos a la zona segura, pues no podemos correr ningún riesgo. Me encontré con los chicos al salir, desayunamos juntos hasta que Ray y Adler fueron a revisar si los de la zona segura han respondido el mensaje.

-Oye, Nisha -Rebecca y Serena llaman mi atención-. Queríamos entrenar un poco contigo, ya sabes, para estar preparadas.

-Claro, por mí no hay ningún problema -respondí.

-Bien, ¿nos vamos? -pregunta Serena emocionada.

-Seguro.

-Cabe aclarar que nosotras somos nuevas en esto del combate -dice Rebecca luciendo nerviosa.

-Pero, ¿y todo lo que te he enseñado? -pregunté cruzándome de brazos.

-Apenas aprendí -responde rascándose la nuca nerviosa y sonriendo un poco. Rodé los ojos con una sonrisa en el rostro.

-Bien. Tendré cuidado.

Las chicas me sonríen emocionadas y me hacen ir rápidamente hasta el lugar en donde entrenan los de la tribu. Los chicos aún no terminaban de hablar así que se quedan un momento más.

-¿Con qué empezamos? -pregunté.

-No lo sé, tú puedes decidir, eres la que mejor pelea de aquí -menciona Jane apareciendo interesada en aprender con nosotras.

-¿En serio?

-Sí, claro.

-Am... bien -me acerqué a ellas-. Comencemos entonces con un calentamiento y luego pasaremos a lo divertido.

Ellas se miran entre sí por un momento, cuestionándose si había sido una buena idea decirme que querían que las entrenara. Sin muchas opciones decidieron empezar los ejercicios de calentamiento que les iba indicando. Hasta que finalmente acabamos con eso y pasamos a mi parte favorita, las peleas.

***

***

-Ya... ya no puedo... más... -menciona Jane cayendo al suelo exhausta.

-Yo... tam..poco -le sigue Serena y luego Rebeca.

-Ay vamos, no fue para tanto, apenas e hicieron algo, y ni siquiera fue fuerte -respondí cruzándome de brazos y rodando los ojos.

-P..pero... ya deberías saber cómo soy con el ejercicio -se queja Rebeca.

-Y yo aguanto menos -le sigue Serena. Me reí un poco sin poder evitarlo, negué con la cabeza y las miré como se arrastraban por el suelo intentando llegar a sus botellas de agua.

-Hey, Nisha -miré por encima de mi hombro un momento.

-¿Que pasa, Gia? -pregunté con un aire cansado.

-Aún no tuve mi revancha por lo de la vez pasada. ¿Quieres un duelo conmigo? Aquí y ahora. Claro que... si estás tan cansada...

-Bien. Acepto el duelo -respondí volteando por completo para mirarla.

-Pero tranquila, no será a muerte -sonríe como si me tuviera compasión.

-Sinceramente me daba igual -me encogí de hombros.

-Empecemos entonces.

Todos los guerreros que escucharon nuestra conversación comenzaron a hacerse a un lado y aclarar a los demás lo que sucederá. Jane, Rebeca y Serena se hacen a un lado, pero se lanzan al suelo aún cansadas.

-Adelante -dije tronando mis nudillos.

Gia sonríe y corre hacia mí. Al intentar golpearme, me hice a un lado y le puse el pie, consiguiendo que cayera al suelo, sin embargo se levanta con una voltereta y me golpea la espalda. Me di media vuelta y le consigo dar un golpe en el pecho con el codo. Ella se queda sin aire y yo aprovecho para ir tras ella y comenzar a ahorcarla con mi brazo de modo que ella se tira al suelo arrodillada.

Lanza sus brazos hacia atrás y me intenta empujar la cabeza. Al ver que no pasa nada, agarra mis hombros por la tela de la ropa y con mucha fuerza me lanza frente a ella. Me deslicé en el suelo llenando la ropa de arena, aún así me levanté y me sacudí el polvo. Ella sonríe con molestia y se levanta tambaleando.

-Eres fuerte, ¿dónde has entrenado? -pregunta. Sonreí de lado.

-Supongo que entrenar para evitar torturas, tuvo su efecto -fue mi respuesta consiguiendo confundirla y sorprenderla, pues no se esperaba la palabra "tortura".

Aproveché ese momento para ir en su contra, sujetarla por la cintura y tirarla al suelo. Ella termina de reaccionar y me da la vuelta para luego colocar su mano en mi cuello.

-Solo tenía una regla... -seguí comentando mientras sujetaba su muñeca-. No puedo perder.

Le di un golpe con la palma bajo su barbilla que la hizo soltarme, sujeté su muñeca y con mis pies en su abdomen la empujé tan fuerte que conseguí apartarla de encima. Me levanté de un salto y noté que todos los chicos, incluidos Adler y Ray, habían llegado para vernos pelear. Estaba por terminar esto cuando un rugido me detiene de golpe y me hace levantar la mirada al igual que a todos en alerta. Finalmente vimos como toda una manada de criaturas voladoras se acercaban a nosotros y bajaban en picada. Gia se levanta maldiciendo y rápidamente comienza a dar órdenes.

-¡Todos! ¡Tomen un arma y prepárense para la batalla!

Inmediatamente los guerreros hicieron caso al igual que lo chicos. Vi a una de esas criaturas volar directamente hacia mí, fruncí los labios y me posicioné, entonces di un salto justo a tiempo cruzando sobre él cuando se estrelló contra el suelo. Me paré en su espalda y sujeté sus brazos a la par que pisaba su cabeza, intentó levantarse mientras rugía del dolor hasta que le terminé quitando ambos brazos. Este deja de moverse y yo me alejé, debía encontrar mis cosas.