Capítulo 2

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Yeji llegó al departamento que compartía con su amiga dando saltitos de alegría.

Le contó todo el episodio del casi asalto a Lia y ésta casi se desmaya con el relato de la historia.

Luego le contó sobre la entrevista y cómo conoció a su jefa, que era una de las dueñas de la naviera.

Llegó el turno de contarle sobre que, los apreciados zapatos de diseñador, habían pasado a mejor vida. Pero le juró que, con su primer sueldo, le compraría un par nuevo.

Luego Lia pidió pizza y cerveza para celebrar el nuevo trabajo de su mejor amiga.





El día sábado, a las nueve de la mañana, Yeji ya se estaba encaminando fuera de su hogar, para lanzarse a correr por las calles hasta llegar al parque.

Esa era su rutina del sábado, ella adoraba correr.

Después de realizar una serie de estiramientos, tomó su reproductor de música y buscó la lista de canciones de Chris Brown.

Cuando sonó el primer acorde de Yeah, Yeah, Yeah, su cuerpo sintió un golpe de energía y comenzó a trotar.

Ya estaba por llegar al parque cuando algo delante de ella llamó su atención.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que, no se percató de qué lugar salió.

Delante de ella, y a paso firme, había una mujer que vestía unos shorts deportivos negros que, dejaban a la vista, sus bien trabajadas piernas y un duro trasero.

A Yeji desde hace mucho tiempo se había dado cuenta de que le gustaban tanto los hombres como las mujeres, ella decía que se enamoraba de los sentimientos, no del cuerpo.

Ese mismo pensamiento tenía su amiga Lia, era uno de los motivos por los cuales se llevan tan bien.

A Yeji le fue imposible no mirar esa parte de la anatomía de la mujer, y es que el pantaloncillo parecía estar hecho a la medida y se ajustaba justo donde tenía que ajustarse.

Yeji la siguió hipnotizada, mirando embobada la parte trasera de la extraña.

Lamentablemente no podía ver nada más, ya que la parte superior de su cuerpo, estaba cubierta por una sudadera gris con capucha.

No podía ver de qué color era su pelo, no podía ver su cara, además, el ritmo al que la otra mujer trotaba, era casi imposible de seguir.

Y ahí se quedó Yeji, mirando la espalda y el duro trasero de una mujer que, unos metros más adelante, dobló en una esquina y desapareció por el parque.

Yeji siguió trotando por el parque un rato más.

Cuando pasaba frente a un gimnasio, se fijó que tenían clases de kung fu.

Hizo las averiguaciones y decidió que, cuando verificara su horario en el trabajo se inscribiría en el gimnasio.





El día lunes Yeji llegó a su trabajo puntualmente.

Llevaba un traje azul Leeo, que constaba de unos pantalones pitillos de cintura alta y un blazer entallado, todo complementado con una blusa blanca de manga corta.

Se peinó su larga cabellera rubia en una coleta alta y solo se puso un poco de maquillaje muy ligero.

Cuando Yuna llegó se pusieron al día con la agenda y ella le dejó unas carpetas para que las archivara.


SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora