Capítulo 20

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Una sonriente Yeji hacia ingreso en el vestíbulo del piso de la naviera Shin.

La sonrisa era una gran actuación que le estaba costado la vida llevarla a cabo, pero no quería que nadie notara lo nerviosa que se sentía de ver a Ryujin otra vez.

Como era de esperar, ninguna de las hermanas Shin llegaban aún a su puesto de trabajo.

Yeji comenzó a mover las cosas de su escritorio para comenzar a revisar las agendas de sus jefas.

Sacó una paleta de dulce desde su bolso y se la llevó a su boca. Ahora sí que necesitaría una paleta para cada hora del día.



Ryujin venía subiendo en el ascensor rogando para que Yeji estuviera en su escritorio cuando cruzara el umbral del vestíbulo.

Apretó la mandíbula, nunca había estado tan nerviosa por algo.

Cuando puso un pie en el vestíbulo, soltó la respiración que venía conteniendo desde el estacionamiento, y una sensación de alivio le recorrió de pies a cabeza.

Yeji estaba ahí, en su escritorio, con la cabeza gacha revisando las agendas.

Ryujin detuvo un momento su andar y se la quedó mirando.

Se veía tan bella, con su cabello recogido en una alta coleta, lo que le daba un toque de inocencia, luego fijó sus ojos en los rosados labios de la peli naranja.

Esos labios que moría por besar otra vez, esos labios que eran su perdición y que esos días había deseado con toda su alma volver a probar.





Yeji sintió la presencia de su Ryujin y se paró de su silla para saludarla.

Ryujin comenzó a avanzar hasta Yeji con paso dudoso. En ese momento se sentía como una adolescente y no como la importante mujer de negocios a la que muchos temían, con Yeji delante de se sentía pequeña.

—Buenos días señorita Shin—dijo Yeji y a Ryujin se le erizó el bello de su nuca.

—Buenos días Yeji—logró decir e ingresó a su oficina, tiró su maletín sobre el sofá y cayó desparramada sobre su sillón de cuero.



Yeji estaba temblando.

Mientras le preparaba el café a su jefa se reprochaba por ser tan tonta y dejar que esta morena la afectara tanto.

Pero Yeji tenía un sentimiento por Ryujin y he ahí el porqué de su comportamiento. Sabía que ahora debía olvidarse de lo que sentía, porque la morena lo había dejado bien en claro la otra noche, que había sido un error.

Yeji llegó con el café y la agenda a la oficina de Ryujin. Dejó la taza sobre el escritorio y al inclinarse Ryujin sintió que le llegaba el dulce aroma del perfume de la peli naranja.

—Bien señorita, ¿quiere escuchar que tiene en su agenda hoy?—dijo al ver que su jefa no decía nada.

—Sí por favor.

A Yeji casi le da un ataque cerebral.

¿Había escuchado bien?

¿La ogra mal educado le había pedido algo por favor?

Yeji se sorprendió al ver lo que hacía el remordimiento en las personas, en el caso de Ryujin la había vuelto una persona educada.

—A las diez vendrá su abogada. A las doce tiene revisión de presupuesto en contabilidad. A las dos tiene agendada visita a la fábrica de contenedores. Eso es todo señorita.



SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora