Capítulo 9

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Día viernes soleado para Yeji.

Entraba en el vestíbulo relajada, la noche anterior había dormido como un angelito.

Yuna llegó a su oficina y comenzó a revisar la agenda junto a su secretaria.



Cerca del mediodía, Ryujin llamó a la naviera y le comunicó a Yeji que no aparecería por la oficina hasta el lunes.

Yeji sintió un poco de decepción al escuchar las palabras de su jefa, no lo vería ese día.

—Pero, ¿qué me pasa?—Yeji se sorprendió al tener aquellos pensamientos por Ryujin.


El día terminó y Yeji regresó a su casa.

Se dio un baño de tina, para luego acostarse.



Al día siguiente saldría a trotar como cada sábado y el domingo saldría con Felix.

Al pensar en el niño, Yeji no pudo evitar sonreír, y con ese pensamiento se quedó dormida.



El sábado Yeji se despertó antes de que la alarma del reloj sonara.

Se puso su ropa de deporte y bajó hasta la calle, buscó en el reproductor la música que la acompañaría en su recorrido y se dirigió, como cada sábado, al parque.

Llegó a su destino, siguiendo con su ritmo, mirando a todas las personas, que como ella, hacían deporte a esa hora de la mañana.

Algo a su lado derecho llamó su atención.

Ahí, junto a ella, más cerca que la última vez que la vio, estaba la misteriosa mujer de sudadera gris, esa a la que ella deseaba tanto verle el rostro.

La mujer se mantuvo al ritmo de Yeji, ella miraba de reojo a ver si lograba verle el rostro a la misteriosa mujer.

De pronto, la mujer llevó sus manos hasta la capucha de la sudadera y la dejó caer hacia atrás, dejando su rostro al descubierto.

Yeji paró en seco su trote, nunca se imaginó lo que estaba viendo.

La extraña por la cual ella iba a trotar al parque, la mujer que había despertado su curiosidad era nada más y nada menos que Shin Ryujin, su jefa.

Ryujin giró la cara para mirarla y la saludó con un movimiento de cabeza, para luego apurar el ritmo de su trote y desaparecer por el parque.

Yeji aún no lograba poner en orden sus pensamientos, ¿qué había pasado ahí?

La mujer que ella había encontrado atractiva, hace unas semanas atrás, era su jefa.

¡Su jefa!

¿Qué le pasaba al universo que se empeñaba en sorprenderla continuamente?






El día domingo llegó y Felix era llevado por su chofer al departamento de Yeji.

Ella bajó hasta la entrada del edificio para recibir a su invitado y le dijo al chofer que ella lo llevaría hasta su casa a las cinco de la tarde.

Entraron en el departamento y el niño comenzó a curiosear mientras ella terminaba de arreglarse.

—Guau—dijo Felix—, Tienes todos los juegos que me gustan.

—Son de Lia, se puede pasar horas frente al televisor jugando Xbox.

—¿Lia? ¿Vive contigo?

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora