Capítulo 4

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El lunes Yeji llegaba como siempre puntual a la naviera.

Ya dominaba todo lo referente a su trabajo.

Con Yuna todo era fácil.

Sacudió la cabeza para sacarse el pensamiento de que pronto conocería a la ogra Shin, como la llamaban sus empleados, y comenzó a revisar la agenda de Yuna.


Yuna entró en el vestíbulo diez minutos después que su secretaria, elegantemente vestida con un traje dos piezas de color blanco.

La mujer rondaría los treinta, era de una escultural figura.

Cabello negro, que siempre iba impecablemente peinado, ojos marrones y lo que nunca le faltaba, una linda sonrisa en la cara.

Yeji la puso al día con su agenda, le sirvió un café y luego volvió a su escritorio a continuar con su trabajo.

Todo marchaba tranquilamente hasta que sonó el teléfono, Yeji presentía que era la desagradable mujer que le amargaba los días.

Se preparó para contestar y recordó lo que su jefa le había dicho.

La saludaría como era costumbre y cuando le pidiera hablar con Yuna, no le diría nada, solo pasaría directo la llamada a su jefa.

—Naviera Shin buenos días—saludó Yeji, con voz alegre.

—Pásame a Yuna—la voz profunda de la mujer llegó a los oídos de Yeji.

Y tal como le había dicho su jefa, ella no se molestó en hablar con la otra mujer, pulsó un botón en el teléfono y la llamada fue trasferida al anexo de Yuna.


Así pasaron los días para Yeji.

La mujer misteriosa llamaba y Yeji solo pasaba la llamada directamente a su jefa.


Era jueves y el ritual del llamado de aquella mujer no se hizo esperar, siempre llamaba cerca de las nueve de la mañana.

Ese día Yeji hizo lo mismo, saludó, a la mujer pidió hablar con Yuna y Yeji pasó la llamada.



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Yuna en su oficina, vio titilar la luz del teléfono que le indicaba que una llamada estaba en espera.

Sonrió y tomó el auricular para contestar:

—Ryujin, ¿cómo amaneciste hoy?

—Bien, ¿y tú?

—Muy bien, dime para qué me llamas.

—Ya sabes, para que me informes de todo.

—¿Segura?—preguntó Yuna en forma divertida.

—Sí, ¿para qué otra cosa podría llamarte?

—No sé... tal vez... mejor déjalo. Te envío un correo con la información y luego me avisas que tal.

—Yuna...

—Dime Ryujin.

—¿Qué le pasa a tu secretaria?—preguntó Ryujin y a Yuna se le iluminó la cara.

—¿Qué pasa con Yeji?

—Bueno, que estos días te he llamado y ella ni siquiera me ha hablado. No me ha enfrentado como la primera semana.

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora