Epílogo

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Tres años después.


Felix, ya de diez años, iba sorteando con su patineta los obstáculos que representan las personas que, a esa hora del día, circulaban por el parque.

Era sábado y los Shin daban un paseo por el gran parque de la ciudad aprovechando que, ese día, el sol se había dignado aparecer.

Ryujin y Yeji caminaban tranquilas llevando a la pequeña Joanne entre ellas.

Cada una tomándole una mano a la niña y levantándola en el aire cada cierto tiempo, haciendo que, la pequeña Joanne, chillara de felicidad.

Siguieron caminando disfrutando del aire y del sol.

Antes ellas solían trotar en ese lugar, pero desde que Yeji quedara embarazada, seis meses después de haberse casado, ya no iban tanto como quisieran.

Pero en cambio, paseaban con sus hijos en esta hermosa y verde postal que era el parque.

Mientras Felix practicaba trucos con su patineta, Yeji y Ryujin se sentaron en el verde prado a jugar con su pequeña hija.

Ese día era especial.

Yeji tenía que contarle algo a Ryujin, una noticia que sabía que, a la mujer a la cual ella amaba con toda el alma, adoraría escuchar.

Ryujin jugaba con su pequeña, le hacía cosquillas, y ella solo podía reír con desesperación ante aquella tortura.

—Ryuddaeng, tengo que decirte algo—dijo Yeji de pronto, interrumpiendo el juego entre mamá e hija.

Ryujin miró a su esposa y se incorporó en el pasto para quedar frente a ella, sentando a la pequeña Joanne a sobre sus piernas.

—Dime amor, soy toda oídos para ti ¿Estás bien?

—Sí Ryuddaeng, estoy más que bien. Lo que tengo que contarte es algo que acabo de confirmar esta mañana y que aún no lo he asimilado muy bien.

—Vamos Yeddeong, dímelo pronto, ¿quieres? Me estás asustando ¿Qué es lo que pasa? ¿Es algo malo?

Yeji tomó una honda respiración, para comenzar a contarle a su esposa su reciente descubrimiento.

Sabía que no reaccionaría mal, y por eso no sabía por qué estaba tan nerviosa, pero no podía dejar de sentirse de ese modo.

—Bien, te contaré. Hace un par de semanas tenía una sospecha, pero era muy poco tiempo como para confirmar. Ya han pasado tres semanas y hoy en la mañana se confirmó lo que pensaba. Ryuddaeng... estoy embarazada, serás mamá nuevamente.

Ryujin se quedó muda, mirándola fijamente, casi sin pestañear.

No podía hablar, su boca se negaba a emitir alguna palabra.

Siempre se había imaginado llenando de hijos la casa que habían reconstruido.

Joanne cumpliría los dos años y pronto tendría otro hermano para jugar.

Yeji miraba preocupada a Ryujin ante la nula reacción de ésta.

Por su mente pasaba el pensamiento de que a la morena no le había agradado mucho la noticia.

—Al parecer no te ha gustado la sorpresa mi amor.

Ryujin sacudió la cabeza para reacomodar sus pensamientos y comenzar a hablar de una vez.

—¿Estás segura Ye?

—Sí, segurísima. Ya cumplí más de tres semanas y decidí hacerme la prueba de embarazo esta mañana en el baño mientras tú dormías y dio positivo.

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora