Capítulo 23

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Ryujin y Felix seguían en el hospital esperando a que Lia terminara la visita a su amiga para poder entrar a ver a Yeji.

El teléfono móvil de Ryujin sonó, miró la pantalla y se encontró con que la pantalla se iluminaba con el nombre de Sana.

Resopló y cortó la llamada. Luego de un par de segundos el móvil volvió a sonar y lo volvió a cortar.

Pero Sana no se daba por vencida y al final de media hora, en la pantalla del móvil se mostraban veinte llamadas perdidas.

Ryujin no quería apagar el teléfono, era su número de contacto para cualquier urgencia que sucediera en la naviera, pero viendo la insistencia de la mujer se decidió y lo apagó.

Lia salía de ver a su amiga y apenas Felix la vio, comenzó a bombardearla con preguntas sobre Yeji. Ella le respondió cada una de las interrogantes hasta que el niño se quedó tranquilo.





Después de un rato, Lia se despidió de mamá e hijo para volver a su casa.

Al día siguiente volvería a buscar a su amiga.





Una vez solos, Felix y Ryujin se dirigieron hasta la habitación donde estaba Yeji.

El pequeño fue el primero en entrar seguido por su mamá, que se mantenía a cierta distancia, no quería interrumpir el momento entre los amigos.

—¡Ye!—dijo el pequeño y corrió hasta la camilla donde se encontraba su amiga.

—Hola Lix.

—¿Estás bien? Mi mamá dice que tienes varicela.

—Sí cielo, estoy muy bien. Solo con un poco de picazón por las ronchas, pero ya se me pasa.

—Es mi culpa que te hayas enfermado. Lo siento Ye, no quería contagiarte.

—No Lix, tú no tienes la culpa. Son cosas que pasan.

Ryujin observaba toda la escena, no quería hablar, no quería romper el momento.

Yeji de pronto la miró y sintió que se sonrojaba.

Ryujin la miraba y Yeji se moría de vergüenza, ya que su cara se estaba llenando de ronchas y no era la mejor visión para mostrar a la morena que le gustaba.

—Señorita Shin—dijo Yeji volviéndose a sonrojar—, Le agradezco que me haya traído hasta aquí. Muchas gracias, no debió molestarse.

—No ha sido ninguna molestia Yeji. Cuando te encontré estabas delirando por la fiebre y eso es peligroso.

A la peli naranja le recorrió un escalofrío.

Ryujin la había encontrado delirando, solo rogaba no haber dicho nada que la avergonzara, sobre todo no haberle dicho nada de sus sentimientos.

Luego de que Felix y Yeji conversaran animadamente, y que Ryujin solo fuera una mera espectadora, los Shin decidieron marcharse, no sin antes escuchar las suplicas de Felix para quedarse con su amiga.

Pero ya era la hora de almuerzo y Ryujin debía volver al trabajo para organizar sus días.

Ahora tendría que ocuparse ella de todo ya que su secretaria estaría con permiso médico por lo menos diez días.



Yeji se quedó sola pensando en Ryujin, notaba que estaba incómoda con algo, pero no podía hablar con delante de Felix.

Ahora estaría unos días sin verla y tal vez, con ese tiempo, pondría aclarar sus sentimientos.

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora