Capítulo 14

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El club estaba lleno a reventar.

Lia, Yeji y Bae trataban de hacerse espacio entre el gentío. Luego de varios empujones lograron llegar a la barra. Pidieron una cerveza para cada una, y se dirigieron hacia la pista.

Ese club estaba de moda y por eso es que había tal gentío dentro del local.

Lia comenzó a moverse sensualmente tratando de llamar la atención de Bae, y lo logró, porque el baile que era amigablemente para tres, se había convertido en una danza solo para dos, donde Yeji no tenía cabida.

Yeji decidió dejar a la pareja sobajeándose en la pista y volvió a la barra para pedir otra cerveza.

Paseó su mirada por todo el local, viendo cómo las parejas bailaban, los amigos compartían alguna animada conversación y otros compartían tragos.

Su mirada se fijó en el sector VIP, y creyó que su vista la engañaba.

Sentadas en unos cómodos sillones estaban Yuna, su jefa, y Chaeryeong, la abogada de las señoritas Shin, conversando y riéndose animadamente.

Hacían un buena pareja pensó ella.

Yuna era un sol de persona y Chaeryeong era una mujer agradable.

Claramente se atraían, Yeji sonrió al pensar en la pareja, nunca se lo hubiera imaginado.







Después de un rato de estar sola, rechazando las invitaciones a bailar de un par de personas, comenzó a buscar el baño.

Quería mojarse un poco la nuca, ya que dentro de ese local hacía un calor de locos.

Luego buscaría a Lia y le diría que se marchaba a casa. La noche para ella había terminado.

Caminó hasta la puerta del baño, entró, abrió la llave del lavamanos y se mojó las manos para pasárselas por la nuca. Se retocó el maquillaje y salió de vuelta al bullicio del club.

Alcanzó a caminar dos pasos cuando fue arrastrada por una mano hacia un oscuro pasillo.

No podía ver muy bien quien era la persona que se había atrevido a raptarla hacia ese oscuro lugar, pero no fue necesario ver nada.

El aroma que llegó a su nariz le era inconfundible.

Sintió que sus piernas flaqueaban, la mujer la apretó más contra la muralla casi al extremo de dejarla sin aliento.

Yeji estaba excitada y enojada al mismo tiempo.

Le encantaba esa situación de ser secuestrada por esta mujer, pero estaba enojada con ella misma por ser tan débil.

Le bastaría solo una patada o un golpe de kung fu para apartarla de sobre ella, pero no quería, deseaba estar entre sus brazos.

—Señorita Shin, ¿qué cree que está haciendo?—preguntó Yeji con la respiración entrecortada.

—Me encanta cuando me dices señorita Shin, tu boca es tan sensual cuando se mueve y pronuncia mi nombre. Me gustaría escucharte decirme Ryujin alguna vez señorita Hwang.

Yeji notó que la morena tenía aliento alcohólico. De seguro era whisky o algún licor por el estilo.

Trató de moverla un poco empujándola con las manos, pero Ryujin no se movió ni un centímetro desde donde estaba.

—Señorita Shin, creo que debe soltarme y dejarme ir.

—Creo que no quiero hacer eso Yeji— y comenzó a recorrer el cuello de Yeji con su nariz.

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora