Capítulo 27

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Yuna estaba en su despacho y no daba crédito a lo que había sucedido ese día.

Primero Sana y la noticia de que tendría un hijo de Ryujin y luego la renuncia de Yeji.

Sabía que la segunda era consecuencia de la primera.

Sabía que, su hermana sentía algo por Yeji y que la peli naranja no le era indiferente, la tensión sexual entre las dos se notaba desde lejos.

Lo que no le cuadraba en la ecuación era el posible embarazo de Sana. Su hermana se acostaba con la castaña de vez en cuando, pero desde que Yeji apareciera en su vida Ryujin ya no se molestaba en salir con Sana.

Tomó el teléfono, debía llamar a su hermana para que ésta se enterara de lo que estaba pasando este día.

—Yuna, dime.

—Necesito que vengas aquí de inmediato.

—Qué pasa Yuna, pareces molesta.

—¡Molesta es poco, tengo ganas de matar a alguien, imagínate cómo de molesta estoy!

—No puedo ir, estoy ocupada, déjame tranquila, ¿quieres? Sea lo que sea sé que lo puedes solucionar.

—Mira Shin, esto no lo puedo solucionar yo sola, es por eso que te llamo ¡¿Quieres mover tu trasero hasta acá ahora mismo?!

—Yuna, no puedo. Más tarde cuando vuelva hablamos.

—¡Shin Ryujin, necesito tu jodida presencia aquí ahora mismo! ¿No entiendes que es urgente lo que tengo que hablar contigo y que no lo puedo hacer por teléfono?

Ryujin se alarmó por las palabras de su hermana y decidió dejar todo para volver a la naviera.

—Está bien, en media hora estaré ahí.




Puntualmente, como se lo había prometido a su hermana, Ryujin apareció en el piso diez de la naviera media hora más tarde.

A paso raudo caminó hasta el despacho de Yuna, no sin antes mirar el escritorio de Yeji, que a esa hora estaba vació.

Abrió la puerta de la oficina de su hermana y entró a toda prisa.

—Bien Yuna, ya estoy aquí. Ahora dime, ¿qué demonios pasa?

Yuna la miró con la furia instalada en los ojos. Si las miradas mataran Ryujin ya habría caído al piso muerta en ese mismo instante.

—Hermanita, ¿quieres la noticia mala o la peor primero?—dijo cruzándose de brazos, claramente enfadada.

—¡Quieres dejarte de juegos y decirme de una maldita vez qué tan grave pasó para que me hicieras venir a toda prisa!

—A ver, no sé por dónde empezar. No sé cómo decirte esto, tal vez deberías sentarte.

—Ya Yuna, corta con el misterio, ¿quieres? Dime qué pasa para que estés así.

—Esta mañana apareció por aquí Sana buscándote. Necesitaba decirte algo y como no te encontró me lo contó a mí. ¡Felicítame, lo más probable es que voy a ser tía de nuevo!

Ryujin miró a Yuna y sintió que su cuerpo desfallecía, sacudió su cabeza para volver a preguntarle a su hermana que había dicho:

—¿Qué estás diciendo Yuna? Creo que no escuché bien, ¿puedes repetir lo que acabas de decir?

—Lo que acabas de escuchar idiota, serás mamá otra vez y la otra mamá es Sana.

Ryujin sintió que el suelo desaparecía a sus pies y que caía en un pozo negro.

SWEET YEJI - Ryeji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora